La historia secreta tras el crimen del abogado Luis Gerardo Ochoa en Pitalito

Las investigaciones por el crimen del empresario huilense Jhonny Alonso Orjuela Rueda, fundador de Surtifruver, terminaron aclarando la muerte del abogado Luis Gerardo Ochoa Sánchez, ocurrida en Pitalito el 6 de abril pasado.

Una llamada realizada por el gerente de la constructora Soginco, el emporio que orquestó, según la Fiscalía, el atentado criminal, fue la primera pista.

El empresario bogotano, César Alberto Sierra Avellaneda, presentado como gerente de la constructora, le advirtió a Mauricio Parra Rodríguez, presidente de la compañía, las gestiones que adelantaba el expersonero de Pitalito en defensa de numerosas familias, ilusionadas con una vivienda.

La llamada telefónica ocurrió a mediados de marzo. Parra Rodríguez, quien había sido condenado por narcotráfico, impartió la orden “para sacarlo del camino”.

Las anomalías fueron advertidas durante una reunión para definir la firma que habría de ejecutar el proyecto de vivienda.

A la reunión no asistieron los tres oferentes, como se había anunciado. Solo concurrió Soginco representada Cesar Alberto Sierra Avellaneda con la suplencia de Mauricio Parra Rodríguez. Ese día supieron la trama que se fraguaba.

La fundación café, manejada por el pastor Edgar Núñez Guzmán y Luis Mario Colorado Rodas, le había entregado a la constructora los terrenos que habían pagado con sus ahorros numerosas familias pobres de Pitalito.

El pastor, sin comprobados méritos académicos, ocupaba nada menos que la Secretaría de Planeación, encargada del desarrollo urbano y de la aprobación de ese tipo de proyectos.

El lote, avaluado en 6.000 millones de pesos, había sido vendido por 800 millones de pesos a la constructora bogotana, sin autorización. Eso despertó la inconformidad.

Además del lote les exigían a los usuarios 55 millones de pesos por los apartamentos. El mismo valor le exigían a otras personas ajenas al proyecto.

La ciudadela ‘La Voz de Dios’, había sido lanzada a mediados de diciembre de 2016 como un complejo de apartamentos que superaban las expectativas de los aspirantes, ilusionados por el pastor.

Sorpresivamente, al acto asistieron el senador Iván Name Vásquez, de la Alianza Verde, y Edgar Espíndola Niño, exsenador de Opción Ciudadana y líder pentecostal, y el excontralor General de la República, Julio César Turbay Quintero.

VOZ DE ALERTA

Cuando las familias se percataron de los altos costos y la pérdida del terreno, declararon la alerta. Varios de los afectados recurrieron al abogado Ochoa Sánchez, quien desinteresadamente, sin cobrar un solo peso, asumió el caso.

El ex personero investigó el tema y descubrió los ‘peligrosos’ antecedentes de los promotores. Por eso cuando les anunció que los demandaría por estafa, Ochoa Sánchez, sin saberlo, estaba firmando su sentencia de muerte.

Parra Rodríguez, capturado por el crimen del fundador de Surtifurver, impartió la orden macabra. En su criterio, el joven profesional, estaba poniendo en peligro la construcción del megaproyecto.

ANTECEDENTES

Las llamadas telefónicas en poder de la Fiscalía advertían que el caso de Pitalito lo estaba manejando directamente el pastor Edgar Núñez. Los detalles fueron revelados por la fiscal que desenredó la trama y permitió las primeras seis capturas, entre ellas la de Edgar Núñez, quien ya había sido condenado en el 2010 por delitos contra el patrimonio económico. Aun así el 31 de octubre 2013, la Iglesia Cruzada Cristiana lo designó pastor.

Núñez Guzmán, de origen caqueteño, como su socio Luis Mario Colorado, montó en Pitalito la sede de la Iglesia Cruzada Cristiana desde donde congregó a numerosos seguidores. Desde esa posición apoyó a candidatos a la Alcaldía, entre ellas al actual alcalde, Miguel Antonio Rico, a candidatos a la Gobernación del Huila a quienes ofreció rituales espirituales. Incluso aparece en varias fotografías con el presidente Juan Manuel Santos.

Su socio, Luis Mario Colorado, fue candidato de la U a la Junta Administradora Local de la Comuna Dos de Pitalito.

En los antecedentes que descubrió el abogado Ochoa, aparecía también otras condenas a un pariente cercano entre ellas, una por narcotráfico. Todas esas pruebas figuran en el expediente.

Sin acreditar las calidades profesionales que el cargo ameritaba, Núñez, fue designado Secretario de Planeación, un cargo técnico que implicaba unos requisitos especiales, contenidos en los manuales de funciones. En su hoja de vida solo figura como especialista en administración financiera y asesor de vivienda. Incluso fue alcalde encargado.

DETERMINADORES

Según la fiscal que investiga el caso, Núñez Guzmán, el pastor, y su socio Luis Mario Colorado, fueron determinadores del crimen del abogado.

Colorado fue el encargado de conseguir a los gatilleros para perpetrar el crimen. Tres de ellos Estiguan Sterling Santacruz, Campo Elías Salas Murcia y Mauricio Murcia Orjuela fueron capturados.

El director seccional de Fiscalías, Justino Hernández confirmó que el cuarto sicario no ha sido aún capturado. Además, advirtió, que esta es la primera fase de una investigación de gran alcance, con “aparentes nexos de personas que manejan el control local”.

El comerciante Mauricio Ortiz Parra, también capturado, habría financiado el homicidio. El empresario, el principal contratista de la cárcel de Pitalito, no sólo aportó las armas. También habría pagado 50 millones de pesos a los cuatro pistoleros para silenciar definitivamente a Ochoa Sánchez. Los detalles de la forma como planearon y ejecutaron el crimen los presentó una valerosa fiscal en la sustentada imputación.

Los mensajes de texto en poder de los investigadores, así como los registros telefónicos hacen parte del material para acusar a los primeros implicados. Un celular con todas las indicaciones y los chats de wasap, antes y después del crimen, fue entregado a la Fiscalía por un testigo.

LA GRAN SORPRESA

Sin embargo, la sorpresa más grande que encontró el abogado Ochoa Vásquez, fue la trayectoria de Mauricio Parra Rodríguez, capturado el 2 de septiembre, como el presunto autor intelectual del homicidio del empresario Orjuela Rueda ocurrido el año pasado en Bogotá.

Parra Rodríguez había sido capturado el 21 de noviembre de 2003 con un cargamento de 85 kilos de base de coca en la vía Honda La Dorada. La droga provenía de Caquetá y fue escoltada por dos policías, Héctor Romero Santiago y Emigdio Caldón, desplazados desde Neiva y Pitalito. Los dos agentes fueron capturados. En el mismo operativo fue detenido Luis Alfredo Castillo Rojas, quien se desplazaba con Parra Ortiz con 50 millones de pesos.

LOS ALIADOS

Curiosamente, los escoltas los autorizó nada menos que el director nacional de la Policía de Carreteras, el entonces coronel, Jaime Adolfo Leal Ospina, famoso inspirador de la serie de televisión “Guerra y paz”.

A la investigación fueron vinculados el coronel Jaime Adolfo Leal Ospina y el capitán Giovanni Alberto Becerra Castro, oficiales que impartieron las órdenes para que los agentes cumplieran como escoltas.


CONDENAS


El 30 de marzo de 2006, el Juez Primero Penal del Circuito Especializado de Manizales condenó a Parra Rodríguez a 16 años de prisión e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo lapso. Además absolvió a Jaime Adolfo Leal Ospina, Nelson Emilio Ospina Mora y a los agentes Emidio Caldón, Héctor Romero Santiago, adscritos al Departamento de Policía Huila.

El 20 de enero de 2010 la Corte Suprema de Justicia revocó la absolución decretada al coronel Jaime Adolfo Leal Ospina y a Nelson Emilio Ospina Mora y los condenó como coautores penalmente responsables de la conducta agravada de tráfico de estupefacientes y les impuso, a cada uno, 17 años de prisión. Además, libró las órdenes de captura.

Leal Ospina sostuvo que los agentes Héctor Romero Santiago y Emigdio Caldón, capturados en el operativo, son inocentes pues únicamente cumplieron una orden impartida por sus superiores.

Mauricio Parra Rodríguez, cumplió su condena y recobró sus derechos civiles y políticos el 18 de abril de 2017, doce días después de haber ordenado, según la Fiscalía, la muerte del abogado laboyano, Luis Gerardo Ochoa. Ahora, también aparece como supuesto testaferro de las Farc.
Mauricio Murcia Orjuela, César Sierra Avellaneda y Campo Elías Salas Murcia.
Estiguan Sterling Santacruz.
Senadores y políticos invitados especiales durante la presentación de la ciudadela en Pitalito.

TOMADO DE LANACIÓN.COM.CO

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