Pitalito no es tierra de 'traquetos'

Por; Santiado Villareal
La región enclavada en las estribaciones del Macizo colombiano llamada Pitalito, ha sufrido varios embates de parte de personas de dudosa procedencia en los últimos 20 años, tratando de imponer su poder mediante el dinero adquirido de forma irresoluta. Sin embargo, esta tierra pujante, de gente honesta, laboriosa y acogedora, se niega a adoptar esas formas malsanas. Por desgracia para detener el monstruo, vidas humanas han sido segadas por las balas asesinas de estos foráneos, pero se ha logrado desenmascarar.

La captura de personas, acaecidas en las últimas semanas, presuntamente involucradas en un macabro plan para apoderarse de tierras e incrustarse en las esferas del poder local, logró desmantelar esta empresa presuntamente criminal. El destino cruel y caprichoso, permitió que un hijo de esta tierra fértil, hombre valioso, ilustre y valeroso, derramara su sangre para descubrir a tiempo la macabra conspiración. El horrendo crimen del abogado Luis Gerardo Ochóa Sánchez, fue el detonante para atajar la bestia malévola. Estas personas encarceladas, están presuntamente involucradas en el execrable crimen, junto con el jefe supremo en Bogotá.

Nada de estos acontecimientos hubieran ocurrido, sin el concurso de esa reserva de gente valiente que aún queda en Pitalito, comenzando por la familia del litigante, y pasando por quienes creemos que nuestra tierra no debe ser mancillada por unos bellacos.

Nuestra condición de humanistas nos invita a creer y respetar el estado de derecho. Y en ese contexto, nos ajustamos al precepto constitucional de presumir la inocencia de los detenidos mientras los jueces demuestren lo contrario. A los fiscales y jueces pedimos rectitud y transparencia en este proceso donde se mueven muchos intereses siniestros. Pero el respeto a la ley nos invita a acatar y respetar cualquiera sea el veredicto.

Por fortuna, hasta la fecha, ningún funcionario público local ha sido vinculado al proceso. No obstante, el manto de duda cunde por todos lados. Es una etapa durísima para las autoridades locales. Pero los ciudadanos estamos llamados a no perder la confianza y la fe en esas autoridades, legítimamente constituidas. Por eso, hacemos un llamado a la calma y a recuperar esa esperanza en nuestra gente, y en las autoridades. No tenemos otra alternativa.


A los criminales que pretenden llegar a Pitalito a sembrar el terror para invertir sus fortunas mal habidas, les decimos con la frente en alto: Pitalito no ha sido, no es, y no será una tierra fértil para los “traquetos.”

Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Laboyanos.com.

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