Los últimos momentos del pequeño Juan José

Un ambiente de descuido y drogadicción, rodearon la muerte de Juan José Palacios Pérez de 21 meses de edad. El niño falleció en la sala de reanimación del hospital de Pitalito, dos días después de haber sido violentado física y sexualmente por su padrastro. La madre, es señalada de encubrir el bestial crimen.




Un nuevo y degradante caso de violencia contra un menor de edad ocurrido en Pitalito sacudió al Huila. Un niño de escasos 21 meses a quien le apagaron la vida de cruel manera.

La del pequeño Juan José era una familia recompuesta. Una madre, un padrastro, y su hermanastra de 3 meses de nacida hija de la pareja. Y fue en el seno de este hogar, ubicado en el barrio Los Pinos de la comuna 1 de Pitalito, donde en vez de recibir amor y protección, el niño sufrió las circunstancias y tratos que lo llevaron a la muerte.

Sus últimos momentos de existencia iniciaron el 18 de noviembre de 2018. Ese día, los dos pequeños niños se hallaban bajo el único cuidado de su padrastro Oscar Fabián Sterling Rojas de 21 años de edad. La madre Jendy Kassandra Pérez Hernández, otra joven de 20 años, había salido de la vivienda desde temprano dejándolos con él como ya tenía de costumbre, para irse a rebuscar trabajo.

Ya hacia las 6 de la tarde, Sterling Rojas se encontraba bañando el niño y en un descuido se le cayó a una alberca golpeándose la cabeza, según explicó después el padrastro a los médicos y las autoridades. Luego de dos horas de ocurrido el supuesto accidente casero, el niño permanecía inconsciente, y solo hasta las 8:15 de la noche fue ingresado al hospital departamental San Antonio de esa localidad, con un paro cardiorrespiratorio secundario a un trauma craneoencefálico severo.

El estado del pequeño era crítico, no respondía a estímulos externos. En el centro hospitalario le realizaron reanimación y poco después los médicos lamentablemente le diagnosticaron muerte cerebral.

Al enterarse de la noticia del grave estado del pequeño Juan José, la abuela paterna del menor y el padre biológico del pequeño viajaron desde el departamento de Putumayo y llegaron hasta el hospital de Pitalito. A ella desde el primer momento le pareció muy raro lo sucedió con su nieto, y fue quien solicitó a los médicos le realizaran al niño una valoración de posible abuso sexual.

Los médicos que también sospechaban que el niño había sufrido maltrato atendieron el llamado y decidieron entonces activar el protocolo de abuso sexual. Estando Juan José luchando por sobrevivir en la sala de reanimación, llaman a su madre para consentir la toma del examen físico y de muestras perianales. De manera tranquila, la joven negó que el niño presentara señales de violencia sexual cuando lo cambió antes de salir de su casa el 18 de noviembre, sin embargo ella autorizó el examen previamente.

En el procedimiento que se realizó en presencia de la progenitora, los profesionales encontraron en la región perianal del menor lesiones equimóticas con fisuras perianales, que evidenciaban un posible acceso sexual violento momentos antes de su muerte. También se le realizó al niño la toma de paraclínicos, para luego dar aviso a la policía de infancia y adolescencia del caso por sospecha de abuso sexual.

Estos hallazgos fueron analizados en una junta de médicos especializados, que continuaron también monitoreando al pequeño, sin embargo muere a las 12:17 de la madrugada del 20 de noviembre. El cuerpo de Juan José es remitido a Medicina Legal, que tras la necropsia emite el dictamen donde dice que la causa principal de la muerte fue trauma craneoencefálico biodinámico síndrome de zarandeo.

Ante los medios de comunicación en la ciudad de Neiva, el director Seccional Huila de la Fiscalía explicó, que de acuerdo a estos resultados, el menor falleció a causa del síndrome de aceleración y desaceleración (síndrome del niño sacudido). Es decir, elevan el menor, lo reciben y lo vuelven a elevar.




El síndrome del bebé sacudido es un tipo de traumatismo cerebral infligido cuando un bebé es sacudido violentamente. Los músculos del cuello del bebé son débiles y la cabeza es grande y pesada. Las sacudidas hacen que el frágil cerebro salte para adelante y para atrás dentro del cráneo y sufra contusiones, hinchazón, hemorragia y finalmente muera.

Según las pruebas recaudas por Medicina Legal, esto fue lo que sufrió el menor, y las pruebas que tiene la Fiscalía apuntan a que su padrastro sería el causante.

Ahora bien, cuando la Policía conoció el caso, junto con CTI de la Fiscalía realizaron una inspección a la vivienda del menor, para tratar de recolectar detalles de cómo se había producido el supuesto accidente del niño, descubriendo algunas inconsistencias frente a la versión dada por el padrastro.

Las evidencias

Investigadores de la Policía, revisaron el sitio donde supuestamente ocurrió el accidente del menor.

Igualmente, el laboratorio de biología forense de la Región Sur realizó el estudio de la muestra tomada al pequeño y halló presencia de proteína de semen. Las autoridades estaban frente a un grave caso de muerte violenta de un menor, que además había sido accedido carnalmente.

Tomaron en cuenta las entrevistas contradictorias de los cuidadores del niño. En declaración jurada de la madre, ésta dijo desconocer que su compañero sentimental consumía estupefacientes, mientras que el procesado Oscar Fabián admitió en declaración ante la Fiscalía que diariamente consumía entre 2 y 3 veces, incluso, les dijo que el día del supuesto accidente del niño en la alberca, había consumido en dos oportunidades.

Lo anterior, junto con el análisis de las evidencias físicas de los exámenes realizado por los peritos a la herida en la cabeza del niño, desvirtuaron que no se trataba de una muerte accidental por caída libre, sino por maltrato físico.

Les llamó la atención que la progenitora, natural de Puerto Asís, no reaccionó como toda persona normal cuando en el hospital le hicieron saber que su hijito habría sido abusado sexualmente, y que darían aviso a la Policía, si no que la mujer les manifestó a los médicos que se iba para la casa “a descansar”.

Con este material probatorio, no hubo más que solicitar a un juez de control de garantías la captura de Oscar Fabián Sterling Rojas y Jendy Kassandra Pérez Hernández, padrastro y madre del niño, como presuntos causantes de su deceso.

Indignados

Poco después de sepultar al pequeño Juan José, la pareja estaba próxima a irse de Pitalito. Mientras los sospechosos esperaban una supuesta ayuda económica del Estado para subsanar los gastos funerarios del niño, la Fiscalía de infancia y adolescencia, ganaba tiempo para obtener la orden de captura, que finalmente originó la materialización de la misma la noche del lunes 26 de diciembre.

Al día siguiente, se llevó a cabo la judicialización del padrastro y la mamá del menor en Pitalito.

Durante las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, sentados ante una juez de control de garantías, Jendy Kassandra soltaba en llanto en varias ocasiones, y la mano de su compañero sentimental la alentaba, “tranquila amor”, le decía, sin que ella mostrara hacia él rechazo alguno.

Por su parte, en la sala las autoridades continuaban impresionadas por el aberrante caso. “Me aterra como mujer, como persona, como mamá, que sabiendo que su compañero consume alucinógenos en esa cantidad, se va tranquila dejando a sus dos menores hijos de 3 y 21 meses de edad al cuidado de él. Es cierto que hay necesidades, pero hay varios colegios, institutos. Cómo es que tan tranquila sabiendo que el niño ha fallecido dice me voy a descansar en vez de seguir allí pendiente colaborando con la justicia”, le criticó enérgicamente la Juez a la joven madre.




La fiscal Sandra Milena Claros, le imputó a Oscar Fabián Sterling Rojas el delito de homicidio agravado y acceso carnal abusivo agravado con menor de 14 años, que contempla pena de 25 a 40 años de prisión. En cuanto a la madre del niño, le imputó homicidio agravado en la figura de encubrimiento, pena de 16 a 70 meses de prisión.

“Todos los días se presentan casos de abuso en el país, y no pasa nada, se debería tomar conciencia de los riesgos, que los niños pueden estar expuestos a este tipo de maltratos”, manifestó la señora fiscal.

Por solicitud de la fiscal, la togada le determinó a Oscar Fabián, quien cuenta con estudios hasta Quinto de primaria, y a su compañera sentimental, medidas de aseguramiento en establecimiento de reclusión.

La Fiscalía indicó que la niña de 3 meses de edad hija de la pareja, pasó bajo protección del Icbf.

Tomado de LANACIÓN.COM.CO
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