Mis hijooos… mis hijoos… mis hijos… es el un lamento de una mujer angustiada que le hacen poner los cabellos de punta a cualquiera, fue lo que escucharon a la media noche del domingo anterior los habitantes de las veredas Santa Isabel, el Majo y Jagualito en Garzón.
Nadie se atrevió a salir de sus casas el domingo hacia las 12:10 de la madrugada cuando en el polideportivo veredal se escuchó la voz de una mujer que gritaba con voz de ultratumba pregustando por sus hijos, lloraba y se lamentaba sin consuelo. Los perros aullaron y se escondieron donde pudieron, fue algo aterrador para los pobladores del sector quienes atribuyen el suceso a La Llorona, el alma en pena de una mujer que se convirtió en espanto, pues no descansa al perder sus hijos de manera violenta según cuentan, y anda sin rumbo vengando la muerte de sus seres queridos.
“Dicen las abuelas del sector que puede ser que esté avisando de alguna tragedia, o porque hay mucho joven que le gusta los alucinógenos e hijos desobedientes”, señalo una líder de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Majo.
Cuentan que esté espanto con la siluetá de mujer, de cabello negro largo, tiene un rostro horroroso, uñas largas y viste de blanco, busca a sus víctimas especialmente niños sin bautizar para poseerlos o atormentarlos, a los hombres que se la encuentran los vuelve locos o los asesina sin piedad.
