Escrito por Edgar Artunduaga
Acabo de recibir una carta del gobernador, minutos antes del partido Colombia-Catar. Quince páginas ¡qué aburrido¡. No tengo idea de lo que diga pero es la primera vez, ya al final de su gobierno, que decide “hablarme”.
Quizá confirme la elección de Frank Corredor como jurado del reinado del bambuco. O busque espacio para exaltar los trajes brocados que exhibirá él (Frank) en las fiestas. Se ha filtrado que lucirá como “magia a la luz de la luna”. O para comentarme sobre el trío que tenían con Armando Ariza para “trabajar” por el Huila.
Es posible que explique el engaño a las bandas de músicos de los municipios, después de entregarle unos instrumentos de mala calidad, sobrefacturados con descaro.
No descarto que quiera adelantarse a responder sobre las denuncias que hemos recibido (con Perdomo Lince) de acoso laboral y sexual del Secretario de Hacienda, asunto que estamos investigando. Tenemos varios testimonios. En fin, sacaré tiempo para leerlo.
Hablemos de política.
Los González Villa se decidieron por Carlos Ramiro Chávarro y le ofrecerán su respaldo público. Cargan votos, dinero, burocracia y mañas. Y también la deshonra, el desprestigio y la vileza.
El ingreso del partido Cambio Radical a la campaña conservadora se anuncia con trompetas para el 11 de julio próximo, con asistencia de Vargas Lleras.
La campaña se calienta y polariza. Le da la oportunidad a los contradictores para que recuerden la trayectoria oscura de los González, incluyendo el caso de Germán Trujillo –esposo de Cielo González Villa- y el atraco con la alimentación escolar.
El senador Germán Varón Cotrino, mano derecha de Vargas Lleras, declaró en Huila Stereo que casos como ese (el de Trujillo) impulsaron la decisión de enviar a la cárcel intramural a los corruptos y citó el caso de “ese señor” como emblemático contra los saqueadores del lo público. Varón no recordaba el nombre del sujeto en cuestión, aunque siempre lo ha tenido tan cerca. (Es una coincidencia política que mientras se jugaba el partido, hundieron el proyecto).
Como el gobernador no puede sentarse en la mesa principal en el acto de adhesión a Chávarro. Tampoco Cielo, para no recordar los horrores de su marido, le darán ese encargo a Celiano, encargado del trabajo más sucio en el grupo familiar.
