Una casa en la que vivían cuatro adultos y tres menores de edad se convirtió en un sitio en el que se vivió una pesadilla. En la residencia ubicada en el barrio Bosa Porvenir vivía una pareja de esposos y su hijo de 10 años, además del hermano de la madre de familia, su hijo de 10, su pareja y su hijastro de 9. Los tres menores de edad fueron abusados por uno de los miembros de esta familia.
Según la Policía de Bogotá, que capturó al hombre que abusó de los tres menores el pasado 10 de marzo, esto muestra la grave situación del abuso sexual de menores. Estos habían sido descubiertos cuando el sobrino del presunto abusador, quien ya tenía 16 años, trató de realizar un juego sexual con su novia. El nombre del juego: "mi tío me toca", según El Tiempo.
La madre del menor y hermana del presunto abusador escuchó esta conversación y empezó a atar cabos. Habló con los otros dos menores, quienes revelaron la trágica situación. Según los tres menores, durante más de cinco años el hombre que abusó de ellos los había tocado indebidamente. Esta situación se repitió, al menos, unas 100 veces, según la Sijín.
La denuncia contra el abusador fue interpuesta por su hermana y su esposa en enero. Durante un par de meses el hombre que abusó de tres menores se escapó de las autoridades. No se lo encontró ni en la casa de Bosa donde ocurrieron los hechos ni en un apartamento en Usme que sería su última residencia. Finalmente, fue capturado tras reportarse ante su empresa para desempeñarse como "todero" en un apartamento de Chapinero.
“Al tipo, anonadado, se le leyeron los derechos, se le explicó el motivo de la detención, pero el tipo para qué, no usó palabras soeces, muy callado, no opuso resistencia. Con palabras textuales dijo que él más o menos sabía cuál era el motivo de la captura”, explicó al diario un uniformado que estuvo en el momento de la captura.
