Sin saberlo, un gol se convertiría en su sentencia de muerte, además el último de su vida.
El joven de 16 años fue identificado como Santiago Camilo Rodríguez de Ibagué, Tolima. Los hechos sucedieron en un partido de fútbol en el que Santiago apostó con un amigo que se pagaría 1.000 pesos a quien marcara un gol.
Finalmente, Rodríguez logró anotar el gol y ganar la apuesta, sin embargo quien perdió se negó a pagar.
Según la tía del menor, Ruth Bohórquez, luego de la insistencia de su sobrino para que le pagaran el dinero se fueron a golpes.
Minutos después llega un tercer sujeto, que al parecer es amigo del niño que perdió, y sin decir palabra saca un arma blanca y le propina una puñalada en la frente a Santiago.
Ahí comenzó la tragedia familiar
Según la emisora Ecos de Combeima, el joven alcanza a ir hasta su casa, tomar agua, lavarse la herida y decirle a su mamá quien le había hecho eso, pero inmediatamente se desploma y cae al piso.
El menor fue llevado de urgencia a la clínica en donde los doctores tuvieron que hacer una cirugía, pues su cráneo había sido perforado y debían tratar de controlar la hemorragia.
Sin embargo, su situación era grave y tuvo que ser trasladado a la Clínica Policlínico Olaya en Bogotá. Durante algunos días estuvo en coma inducido hasta la mañana del viernes que luego de días de lucha no resistió más y murió.
“La intolerancia acaba con la vida de un niño, él quería ser fútbolista, pero acabaron hasta con una familia”, dijo su tía.
Sin embargo, aquí no acaba la pesadilla de esta familia, pues estando en Bogotá no tienen recursos para trasladar el cuerpo a Ibagué, para darle sepultura.
Por otra parte, la familia afirma que en ese momento en lo único que pensaron era en la salud del niño, pero ahora le piden a las autoridades que investiguen y den con el agresor y causante de la tragedia.
