Momentos de angustia fueron los que vivió Diana Goretti Suárez Medina cuando fue abordada por un hombre que intentó violarla. El ataque sexual ocurrió hace unos días en un sector oscuro entre la urbanización Cuarto Centenario y el barrio El Oasis, en el sur de Neiva.
La mujer, de 31 años, se dirigía hacia su residencia acompañada de su pequeño hijo luego de visitar a una tía, pero en la mitad del trayecto sufrió lo que según ella, es el peor episodio de su existencia.
“De ida yo no vi al personaje, cuando estaba devolviéndome para mi casa fue que me lo encontré sentado en una piedra. Sin embargo, alcancé a pasar y ya iba llegando a mi casa cuando él llega y me voltea, me empezó a dar puños en la cara de inmediato empecé a gritar pidiendo auxilio y escondí a mi hijo bajo los brazos y de igual manera me empecé a defender”, recordó Diana.
SIN PIEDAD
Su instinto de sobrevivencia le dio las fuerzas para poder enfrentarse con su victimario que nunca tuvo piedad a pesar de que ella estaba acompañada del menor de edad. El sujeto, en su afán de cometer el delito sexual, le propinó una fuerte golpiza que la dejó malherida.
“Me arrojó al piso, empezó a golpearme, pero no me decía nada. Después de esto me tapó la boca y me haló la blusa y procedió a bajarme el short que tenía, pero como el short me quedaba ajustado no me lo alcanzó a bajar; con una mano me tapaba la boca y con la otra me golpeaba para dejarme inconsciente y así poderme violar”, contó.
LA SALVARON
Pese a que la mujer luchaba y pedía auxilio a gritos, parecía que finalmente el hombre iba terminar por someterla. Sin embargo, justo en ese momento pasaron por el lugar dos parejas que de inmediato se acercaron para salvarla del vejamen.
“Al escuchar los gritos y el llanto del niño se acercaron, vieron al tipo que me tenía sometida, que me estaba pegando y me iba a violar, entonces lo cogieron a piedra y el sujeto salió a correr, se tiró por un barranco y desapareció”, contó aliviada.
Diana se desmayó en ese instante por lo que tuvo que ser trasladada, junto a su hijo, al Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva. En la Unidad de Cuidados Intensivos fue reanimada.
“Luego de despertar me acordé de lo sucedido. Unos agentes del CTI me interrogaron y les conté la historia, le dije que el tipo era de tez negra, alto y delgado. Gracias a Dios a mi hijo no le pasó nada pues al instante que yo caí al piso yo lo metí entre mis brazos, pues él venía dormido y con el otro brazo yo me defendía, de igual forma también le tiré patadas y no dejé que consiguiera el objetivo que era dejarme inconsciente”, dijo.
Diana estuvo internada dos días en el hospital mientras los galenos lograron estabilizarla física y emocionalmente. Está pendiente de que le practiquen una cirugía debido a los golpes que recibió.
NIÑO AFECTADO
El pequeño hijo de Diana también resultó muy afectado en el hecho. No solo por los golpes que alcanzó a recibir mientras su mamá se defendía del agresor, sino por el mal momento en que vivió junto a su progenitora.
“Esa misma noche al niño también lo tuvieron que llevar al hospital porque le dio vómitos por los nervios. Además, lo remitieron a una cita con el psicólogo este primero de marzo ya que él me ve y se pone a llorar me dice ‘mamá, pum’, porque él se dio cuenta de todo y apenas me ve le da miedo”, afirmó.
EN BUSCA DEL AGRESOR
Con la descripción hecha por la mujer a las autoridades se logró la identificación del sujeto que la golpeó e intentó violarla. De acuerdo con Diana, cuando fueron a darle captura en la casa donde reside con su mamá, este se había escapado.
“Mi esposo está averiguado porqué él vivía ahí en el Cuarto Centenario, en un apartamento solo con la mamá, pero tengo entendido que él se fue para un pueblo cerca a Colombia, huyendo, pues él ya tiene antecedentes judiciales, una chica también fue víctima de él y lamentablemente perdió un ojo consiguiendo su objetivo que era violarla”, aseguró.
Tomado de la NACIÓN
