Las aguas turbulentas del río Mocoa arrasaron la casa de la familia Chindoy. En ese momento, Mayra solo pensó en su pequeña Luisa Valeria.
"Yo la saqué en una cobija, y la cobija yo la solté y dejé a la niña en pura ropa interior, prácticamente la niña estaba en calzoncitos", contó Mayra Torres, madre de la menor.
Sacó fuerzas para sostenerla entre sus brazos en medio de la avalancha.
"Gracias a él yo estoy viva porque prácticamente yo ya me estaba yendo (arrastrada por la corriente), él me alcanzó a agarrar y yo llevaba la niña", aseguró la mujer.
Pero la furia de la naturaleza la obligó a entregar a la niña a un vecino.
"Yo ya me estaba desmayando, prácticamente me estaba ahogando, entonces llegó un señor y me dijo que soltara la niña que él me la rescataba y yo se la entregué. El señor está vivo y yo lo busqué, le pregunté por la niña y me dijo que se la había entregado a otro", precisó la mujer en medio de la angustia.
Después de haberlo perdido todo, hoy su fortaleza para salir adelante es reencontrarse con Luisa Valeria.
"La niña es trigueñita y cuando camina lo hace como de lado porque tiene una fractura en la pierna", dijo Iván Chandoy, padre de la menor.
Ellos solo se apoyan en la buena fe de que quien la rescató la devuelva pronto.
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