Desde el domingo 21 de mayo de 2017, inició el drama para la familia de Cindy Paola Galeano Gómez, una joven mujer que en ese mismo mes había cumplido sus 28 años.
La familia de Cindy vive en Villa Garzón Putumayo, ella quien era psicóloga de la universidad del Bosque, ahora adelantaba sexto semestre de zootecnia en la UNAD de Pitalito, por cercanía y practicidad vivía con su esposo en el conjunto cerrado la Candelaria de este mismo municipio.
Cindy es la menor de dos hijos de la familia Galeano Gómez, era la niña de la familia, destacándose por su amabilidad, su ternura y su don de gente, siempre contagiando a todos con su alegría.
La última vez que la vieron y la escucharon
Según su familia la última vez que vecinos y vigilantes del conjunto residencial en donde vivía la vieron, fue el 21 de mayo a eso de las 9:30 pm cuando la Psicóloga abordó un taxi. Antes de eso se había comunicado con su mamá, donde le manifestó sentirse enferma con síntomas de gripa y que estaba sola porque su esposo estaba de viaje en Bogotá.
Al día siguiente sus familiares en Putumayo, al notar que no lograban comunicarse con ella y que su teléfono se encontraba apagado, decidieron viajar hasta Pitalito para informar a las autoridades e iniciar su búsqueda en esta ciudad y municipios aledaños sin poder encontrar señales de su paradero.
Posterior a la denuncia funcionarios del GAULA del Ejército iniciaron la búsqueda tratando de reconstruir cada paso de Cindy antes de su desaparición, en el proceso investigativo, corroboraron la versión de vecinos y vigilantes en la que abordó un taxi, según el vídeo registrado en una cámara de seguridad estaba vestida al parecer para ir a una fiesta, pero según lo indagado ella no solicitó el servicio de taxi, el vehículo llegó por ella.
Sus familiares hicieron angustiosos llamados a través de los medios de comunicación y volantes impresos, dejando sus números telefónicos con la esperanza de que alguien se comunicara a indicar dónde estaba.
Así fueron pasando los días y se fue incrementando la angustia de sus familiares, sin perder la esperanza de encontrarla pronto, sana y a salvo.
Pedían por su liberación.
Según la versión de su familia, el 23 de mayo dos días después de su desaparición, el esposo de Cindy recibió una llamada intimidante en la que le pedían dinero a cambio de su liberación, al parecer estaba retenida en contra de su voluntad, en ese instante en conjunto con la familia pensaron hasta en la posibilidad de hacer préstamos para pagar la cuota solicitada y se lo dieron a conocer a quienes adelantaban la investigación.
“A él lo siguieron llamando para que diera el dinero, pero nunca le enviaron pruebas que le aseguraran que ella estaba bien, incluso le dijeron que si quería pruebas, le mandaban un dedo, finalmente acordaron negociar y dar menos dinero del que solicitaban y en cuatro ocasiones fue citado en zonas rurales de Pitalito para entregar el dinero, pero estando en el lugar lo llamaban exigiéndole que dejara la bolsa con dinero y se fuera o de lo contrario no saldría con vida de allí, pero al no lograr un encuentro con los secuestradores, el nunca dejó el dinero” Contó en exclusiva a la unidad investigativa de www.aldeasur.com un familiar de Cindy.
“Nosotros no parábamos de llamar a su teléfono y siempre sonaba apagado, pero un día lo prendieron y volvimos a llamar pero nos colgaron, luego seguimos llamando haciéndonos pasar por una entidad y nos decían que no estaba o que había acabado se salir, entonces dimos aviso a los investigadores porque eso nos parecía sospechoso” Agregó el familiar de Cindy Paola.
La investigación.
Los investigadores, capacitados y con todo su profesionalismo, trabajaban día y noche para lograr localizar a Cindy, siguieron el rastro del celular de ella y establecieron contacto con una pareja que manifestó haberle comprado en $300.000 el celular a José Luis Calderón Hernández, sindicado de la muerte de Cindy.
La familia de Cindy siguió pagando el plan de minutos que ella tenía para evitar que desecharan la sim car y poder contactarlos.
La pareja que tenía en su poder el celular, fue vinculada a la investigación y se encuentran tras las rejas mientras se aclara su participación en este macabro hecho.
Teniendo la pista de José Luis Calderón Hernández, interceptaron su teléfono y mediante registro de llamadas telefónicas, descubrieron que era el, quien llamaba al esposo de Cindy a pedir dinero por su
liberación.
Al registrar el teléfono de Cindy descubrieron también que la última llamada que ella recibió fue la de José Luis Calderón Hernández, al parecer hablaron por un largo tiempo y se cree que se las arregló para convencerla de que saliera y se encontrara con él.
Teniendo en cuenta el registro de las cámaras de seguridad, lograron ubicar el taxi que abordó Cindy al salir de su casa y determinar hacia donde la había llevado, el recorrido del taxi también se anexó al proceso de investigación que se adelantaba para encontrarla.
Con esto los investigadores sospechaban de que Cindy estaba secuestrada, por José Luis Calderón pero nunca imaginaron que hubiera sido asesinada.
Era una relación de “amigos”
Inicialmente la familia no sospechó de José Luis Calderón Hernández, Cindy y su esposo eran amigos de él y de vez en cuando compartían algunas reuniones sociales que el organizaba.
A Cindy le encantaban los animales y los caballos especialmente, por esta razón conoció a Calderón Hernández y en medio de algunas prácticas dentro de su carrera como zootecnista se hicieron amigos.
El esposo de Cindy desesperado por la desaparición de su esposa y las llamadas que le hacían pidiéndole dinero, acudió a José Luis Calderón Hernández como su “amigo” para que le ayudara a buscarla, el hombre sin los más mínimos escrúpulos y actuando como si no conociera nada del caso, le decía que negociara y que les diera el dinero para que se la entregaran, que eso era lo mejor; pero hasta entonces, el esposo de Cindy ni se imaginaba, ni sospechaba que ese su “amigo” estaba detrás de la desaparición de su esposa y peor aún que la había enterrado cerca de su vivienda. Aseguró uno de los allegados de la víctima.
Noticias de Cindy
Después de tantos lugares recorridos buscándola, tantas cadenas de oración en súplica por su bienestar y tanta incertidumbre, llegaron noticias de Cindy, pero no fueron nada buenas.
La pericia, buen olfato, dedicada y permanente investigación, seguimiento constante, la rigurosidad en la recolección de cada una de las evidencias incriminatorias e indagaciones, inclusive sin descanso los fines de semana, que realizaron funcionarios del GAULA del Ejército, basados en su experiencia sobre temas de secuestro y extorción, permitieron concluir y motivar la orden de captura del José Luis Calderón Hernández.
El jueves 31 de agosto, 101 días después de su desaparición, con orden de captura en mano y con pruebas suficientes fue capturado en su residencia José Luis Calderón Hernández, quien al darse cuenta que las autoridades lo tenían como el principal sospechoso, confesó haberla enterrado en zona baldía de la pesebrera La Virginia de propiedad de su papá.
Luego en testimonio de la Fiscalía Tercera Especializada de Neiva indicó que él no la asesinó, que ella sufrió una sobre dosis por drogas y luego la enterró.
El drama de buscar el cadáver.
A pesar de la nueva información, la incertidumbre para la familia de Cindy, parecía no terminar, debieron esperar hasta el sábado 2 de septiembre a que llegaran los peritos especializados y el antropólogo forense desde Bogotá para poder desenterrar su cuerpo, desde el mediodía iniciaron las labores, empezaba a oscurecer y no lograban localizarla, hasta que debieron contactar telefónicamente a Calderón Hernández para que les indicara con exactitud dónde la había enterrado, finalmente, cerca de las 8 de la noche, lograron encontrarla.
Estaba en ropa interior.
“Nosotros tuvimos que estar allí mientras la desenterraban, porque debíamos reconocerla, pero lo más doloroso fue ver que la enterraron en ropa interior, ella estaba allí en posición fetal y no sabemos que hicieron con su ropa, de una vez la reconocimos por su larga y hermosa cabellera, esos señores que vinieron para sacarla, debieron hacerlo con mucho cuidado porque su piel se desprendía, ese día se acabó nuestra búsqueda pero inició el más profundo dolor, no entendemos que pasó, ni porqué le hicieron eso, ni mucho menos cómo alguien puede enterrar a una indefensa mujer y seguir su vida como si nada, queremos saber las razones y que se haga justicia porque sólo una persona demente puede hacer este tipo de cosas” Agregó el familiar con un dolor inmenso que se reflejaba en sus ojos y su tono de voz.
El principal sospechoso
Inicialmente se indicó que José Luis Calderón Hernández, era caballista por su relación con los equinos, al consultar al gremio radicado en Pitalito, aclararon que no es ni montador, ni chalán, que en realidad es solo cuidador de los caballos que hospeda en la pesebrera que estaba bajo su cargo, donde fue enterrada Cindy.
La unidad investigativa de www.aldeasur.com conoció que en esta pesebrera, hace varios años aparecieron algunos caballos que habían sido robados en la ciudad de Cali.
Se conoció también que el hombre capturado no gozaba del aprecio de los caballistas de la región por dichos antecedentes que lo habrían marcado como una persona no confiable para el gremio y que no es reconocido por ninguna asociación de caballistas.
Montadores y chalanes de Pitalito han rechazado que se vincule a este hombre con su gremio que ha ganado tanto respeto en Pitalito y el sur del Huila.
José Luis Calderón Hernández, hace parte además de una reconocida familia de Pitalito de la que también es miembro un distinguido político y funcionario público de esta ciudad.
Según indican conocidos, una de las grandes pasiones de este hombre, era participar en peleas de gallos.
Los funcionarios del GAULA del Ejército, tienen otro tipo de pruebas, que posiblemente puedan desencadenar otra serie de delitos, por lo que la investigación relacionada con este caso continuará hasta lograr la total claridad.
La espera.
Mientras su familia espera los resultados de medicina legal, se niegan a aceptar que alguien tan dulce como Cindy, terminara de esa manera, su esposo y sus padres han debido ser controlados con calmantes para reducir su estado de depresión por tan macabro hecho y tantas angustias vividas durante su búsqueda.
De Cindy queda un pequeño niño de 4 años, que según su familia no ha parado de preguntarla y se extraña mucho porque ella no volvió, “Nosotros no pudimos encontrar la forma de explicarle lo que le había sucedido, pero ya el rumor corrió tanto que sus compañeritos de jardín le preguntaron que si era cierto que a su mamá la habían matado, la psicóloga nos tuvo que llamar y entre todos intentamos explicarle que ella no volverá y que le pasó algo muy feo”. Agregó el allegado de Cindy
Los resultados.
Los forenses realizaron la inspección minuciosa de cada parte del cuerpo de Cindy a pesar de las dificultades por el deterioro de sus tejidos debido al avanzado estado descomposición.
Según el estudio de medicina legal su cuerpo estaba en esa fosa desde hace aproximadamente 3 meses, que coincide con su fecha de desaparición.
De igual forma en el análisis forense se logró determinar preliminarmente la no evidencia de signos de violencia, la investigación continúa en varias acciones forenses como el estudio de algunos residuos y muestras óseas para, determinar si algún medicamento, droga o elemento químico podría haber afectado a la joven y producirle su muerte ya que en el sitio se manipulaban elementos para el tratamiento de los caballos, sin embargo solamente el resultado de las muestras que serán enviadas a Bogotá determinarán la causa de la muerte de Cindy Paola.
“Yo quiero agradecer infinitamente a los investigadores del Gaula del Ejército, sin ellos no hubiera sido posible capturar a ese hombre, ni mucho menos encontrar a nuestra Cindy” Indicó el familiar.
Esta investigación periodística, se hace no solo con el fin de dar claridad total a lo ocurrido en honor a la memoria de Cindy Paola Galeano Gómez, sino también para que las mujeres tengan en cuenta que una situación como esta le puede pasar a cualquiera sin importar la edad, la inteligencia o el estrato social, sea cual sea la situación o la cercanía con los amigos, es importante en lo posible estar acompañada e informar a un familiar sobre la ubicación, las mujeres son más vulnerables cuando están solas.
De acuerdo a las cifras entregadas por Medicina Legal, hasta abril de 2017 se habían registrado 204 casos de asesinatos de mujeres en diferentes regiones del país; entre todos podemos reducir los feminicidios y atentados contra la mujer, haciendo denuncia a tiempo.
Información e investigación Aldeasur / tomado de Aldeasur.com