En un hecho que causó consternación en todo el país, una mujer opita identificada como Liliana Medina, de 39 años de edad, junto a su hijo Santiago Zamora Medina fueron asesinados en un momento de locura por su pareja sentimental John Fredy Zamora en la capital del país; luego él también se quitó la vida.
Los cuerpos con disparos en la cabeza fueron encontrados en un apartamento de la carrera 91 con calle 131, barrio Los Naranjos de la localidad de Suba. Liliana Medina Perdomo, de 39 años; su esposo, Jhon Fredy Zamora García, de 44 años, y Santiago Zamora Medina, de 18 años, hijo de ambos, son las tres víctimas identificadas.
Las autoridades aún no conocen detalles de los homicidios, pues este miércoles se esperaban los resultados de la necropsia. Según el primer reporte de la Policía Metropolitana, entregado por el teniente coronel Juan Carlos Patiño, se cree que fue un parricidio, presuntamente perpetrado por Zamora García, quien después de quitarle la vida a su familia se habría suicidado.
La Policía arrojó esa hipótesis luego de encontrar una pistola de 38 milímetros cerca del cadáver de Zamora García. Las víctimas dejaron de contestar llamadas el sábado pasado, por lo que se presume que el crimen ocurrió ese mismo día, pero la desaparición de la familia solo fue reportada por otros parientes el martes en la tarde.
La inspección técnica a los cadáveres la adelantó la Sujín luego del reporte policial, del CAI Suba Rincón, de los tres muertos.
Los vecinos del conjunto residencial donde ocurrieron los hechos comentaron que en el apartamento siempre había “mucho ruido”, por lo que se les dificultó saber si unos estruendos que escucharon el sábado eran un indicio de que pasaba algo anormal.
Jorge Sevilla, administrador del conjunto de edificios, comentó: “Yo paso ocho horas de trabajo aquí y apenas alcanzo a distinguir a la señora porque solicitó un permiso para el parqueadero de moto. Pero no sabría decir nada más sobre las víctimas”.
El administrador aseguró que hasta la tarde de este miércoles no habían pasado familiares a retirar pertenencias ni las autoridades a solicitar los videos de seguridad o cualquier otra información que pudiera serles útil para la investigación.
Otros vecinos señalaron que el conjunto residencial Palma 1, donde se presentaron los hechos, es un multifamiliar cerrado a los desconocidos, y los visitantes deben identificarse ante el portero, por lo que descartaban la posibilidad de que fuera un desconocido el perpetrador de los asesinatos.
