Secretaría de Cultura y Turismo del Huila, liderará una reunión de la que participarán la Alcaldía de Villavieja, y entidades del Gobierno Nacional, con el fin de explorar la posibilidad de iniciar el cobro para el ingreso al Desierto de la Tatacoa.
De acuerdo a la titular de la cartera de cultura Diana Marcela Molina Argote, lo que se busca es que el lugar sea ordenado, y se corrijan una serie de falencias que se vienen presentando.
Por ejemplo se requiere un ordenamiento en materia constructiva, y manejo de aguas residuales, que hoy estarían contaminando los depósitos y corrientes de aguas subterráneas generando un impacto negativo al medio ambiente.
Por otro lado los visitantes no han tomado conciencia en el manejo de los residuos sólidos y no tienen cuidado con el lugar, dañando mediante pisoteo especies nativas y montículos de miles de años de formación.
El sitio turístico también requiere con urgencia ejercer control en temas como el consumo de estupefacientes dentro del Desierto.
Aunque el tema será discutido la próxima semana, se ha indicado de manera preliminar que el costo de la entrada que incluiría visita al museo paleontológico, e ingreso a zonas de paisaje rojizo del desierto, y observatorio astronómico tendría un costo de 20 mil pesos.
La propuesta ha generado una gran controversia, entre quienes defienden y quienes no están de acuerdo con el cobro para el ingreso a una zona con alto potencial turístico.
Datos de interés.
Según la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, La Tatacoa tiene una extensión de 35.140 hectáreas, y es un área de relevancia en el País, localizada en los municipios de Villavieja y Baraya al Norte del Departamento del Huila; considerado un ecosistema estratégico, por lo que se deben trazar acciones para su conservación.
En el área han sido identificadas 20 especies de mamíferos, 96 especies de aves, 4 especies de Anfibios, 13 especies de reptiles; así como 97 especies, 79 géneros y 33 familias de vegetación, sin contar con la gran cantidad de invertebrados que hacen parte de la cadena alimenticia, e intervienen en los procesos de polinización de las plantas.
La zona fue declara Distrito Regional de Manejo Integrado, DRMI, con lo que se busca que las familias que por tradición han vivido en la región, puedan adelantar sus quehaceres sin las restricciones que implica residir en un parque natural.
Sin embargo y pese a que el área ha sido dividida en cuatro zonas; una de preservación, otra de restauración, la tercera para uso sostenible y por último una que será dedicada en forma general para uso público, muchos afirman que esta es una fisura, por donde se “colarán” no solo más invasores, sino grandes pulpos del sector de la construcción interesados en proyectos turísticos, que podrían hacer tambalear el delicado ecosistema.
