Lamentan que los precios de los agro-insumos que requieren los caficultores sigan pegados al techo.
El mercado cafetero necesita recuperar el orden y trazar así un norte porque las multinacionales y quienes procesan café tienen que entender que el negocio del café debe ser un tema de corresponsabilidad, advierte el director del Comité de Cafeteros del Huila, Jorge Enrique Montenegro, representante de una zona que lidera la producción cafetera del país por encima del tradicional Eje Cafetero.
En momentos en que la caficultura afronta una dura crisis por la revaluación y la debilidad del precio interno de la carga del grano, el dirigente gremial regional dijo que las divisas que genera la caficultura en cadena deberían estar mejor repartidas, pero reconoció que eso no sucede en la actividad cafetera toda vez que los comercializadores y los tostadores son los que se están llevando la utilidad y la rentabilidad que triste e injustamente no les llega a los productores de café.
“Aquí hay empresas enriqueciéndose con la pobreza del caficultor a quien le exigen, con precios irrisorios, cada vez mayor calidad en el grano, si dejar de lado que igual exigen en aspectos sociales y ambientales”, señaló Montenegro.
Por revaluación y por los inventarios de Brasil, lo cual estimuló la caída de los precios, la caficultura del país prevé que el daño en el café puede ser para largo rato, aspecto que genera alarma porque no hay compensación en los precios que cayeron hasta $690.000 en el mercado interno, dejando a muchos aburridos, endeudados y sin margen de recuperar porque la rentabilidad no se ve en un sector que le dio tanto desarrollo a Colombia.
El director del Comité de Cafeteros del Huila sostuvo que el caficultor debe hacerle un ajuste a su sistema productivo y para ello requiere de variedades mucho más fructíferas y lucrativas que sean desde luego más resistentes a las plagas y que permitan una mano de obra mucho más cómoda.
El dirigente cafetero sostuvo que el gobierno puede dar una mano en los costos de producción en lo que tiene que ver con los costos de los insumos y los fertilizantes por cuanto si hay una importación de materias primas a menor precio por el costo del dólar, lo importante es que ese beneficio se traslade a los caficultores como sucede cuando el efecto es a la inversa y los productores asumen los precios que llegan por ley de mercado.
Montenegro dijo que para el caso del Huila, las noticias son alentadoras en materia de producción porque en el norte y en el occidente del departamento que es la primera cosecha la cual representa entre el 40 y el 45 por ciento de la región, la merma puede oscilar el 20% y 30%, pero la compensación está en el sur en donde la cosecha pinta muy bien, es decir que lo que se perdió el año pasado en una región este periodo lo suple la caficultura laboyana y otros sectores del fértil y próspero sur del Huila.
En 2017 el Huila produjo un poco más de 2.5 millones de sacos de café y con la promisoria cosecha del sur, seguramente la producción se mantendrá en ese mismo orden, aclarando que la recolecta sureña no solo será mejor en cantidad sino en calidad.
Tomado del ESPECTADOR.COM
