El inusual caso se presentó en un conocido colegio de Pitalito, en donde un adolescente consiguió el uniforme del plantel educativo y se infiltró en la jornada de estudio con el fin de agredir a uno de los alumnos.
Al parecer, la disputa de los dos adolescentes seria por una jovencita, lo que hizo tomar la decisión a uno de ellos de infiltrarse en el colegio por dos días, y acudió a clases como si fuera un estudiante del grado sexto.
Según se pudo conocer, al segundo día, algunos docentes notaron la actitud extraña del joven, por lo que decidieron llevarlo a la rectoría para resolver su situación.
Al ser indagado los docentes quedaron sorprendidos al conocer la razón por la que el adolescente se había infiltrado en el colegio, según el muchacho su único objetivo era asesinar a un estudiante del grado noveno que le había quitado la novia.
Por fortuna el joven objetivo ese día, por alguna razón del destino no asistió a clases, lo que evitó que se generara una tragedia en la sede educativa.
Aunque el joven infiltrado, fue requisado y se realizó una intensa búsqueda en el baño, donde permaneció gran parte de la jornada escolar, no encontró ningún elemento letal.
Por fortuna uno de los educadores reconoció que muchacho que se hacía pasar por estudiante, no había estado antes en la institución, evitando que tal vez lograra su cometido.
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