Por falta de energía los muertos se explotan en una morgue venezolana.
Los constantes cortes de energía dañaron las neveras y ahora los difuntos se descomponen sobre camillas o en putrefactas cavas.
Según informó BBC Mundo, esta situación ocurre en uno de los principales hospitales del estado Zulia.
Foto: Bbc.com
En dicha morgue hay todo tipo de cadáveres: hombres, mujeres y niños, que se descomponen a temperatura ambiente.
En Zulia se vive a temperaturas que no bajan de 30 grados.
Pero ¿por qué no sirven las neveras? Por los constantes apagones y racionamientos de electricidad en diferentes sectores de Maracaibo, la principal ciudad de Zulia.
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Esta región venezolana no ha escapado a la crisis a pesar de ser rica en ganadería, pertróleo y comercio. Además es una de las más pobladas del país.
Un duro trabajo
Un hombre, a quien identificaron como Arnold, es el encargado de la morgue.
Él asegura que los cadáveres deberían estar allí apenas unas horas, pero que la mayoría pasan días y hasta meses.
“Se me están pudriendo 2 o 3 cadáveres cada semana”, asegurá este hombre de unos 30 años, quien recibe un salario de 74.650 pesos colombianos por ese pútrido trabajo.
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Y es que las familias no tienen cómo costear los entierros y por eso no reclaman sus muertos. Las funerarias tampoco lo hacen porque el Gobierno no les ha pagado lo que les adeuda.
En su recorrido el periodista que visitó la morgue le dio por mirar una cava. Allí estaba el cadáver de una mujer que ya explotó.
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Esa hecho es consecuencia de algo conocido como la “fase enfisematosa de la descomposición“, que es cuando el cuerpo ya no puede contener los gases acumulados y se revientan.
Ese proceso normalmente ocurre cuando el cuerpo ya está enterrado, pero se ha vuelto algo habitual en esta morgue.
Temor a infecciones
Arnold tiene miedo. Muchas de esas personas han muerto de VIH u otras enfermedades infecciosas y como no cuenta con guantes, mascarillas ni botas le da susto contagiarse.
Foto: Bbc.com
Este trabajador hace lo mejor que puede su labor. Dice que con buena voluntad tratar de suplir la ausencia estatal.
Además concluyó diciendo que después de algún tiempo sí hay personas que van a reclamar a sus familiares muertos, pero los terminan dejando en cualquier fosa común.
