Después de los cuatro días en los que Venezuela estuvo sin electricidad y sin agua, varias ciudades del vecino país vivieron lo que muchos consideran “un verdadero apocalipsis”.
Una de esas ciudades fue Maracaibo, la capital del estado de Zulia fue una de las que mayores actos de delincuencia registró.
En medio del desespero, muchas personas salieron de sus casas a saquear centros comerciales, supermercados y algunas tiendas de ropa que todavía funcionaban en la ciudad venezolana.
Este medio conoció que las familias se resguardaron durante esos días, puesto que en las calles se escuchaban constantes disparos, había peleas e incluso quedaban personas sin vida tendidas en las calles, sin que nadie las recogiera.

Siguen en crisis
Pese a que poco a poco han ido volviendo a lo que venía acostumbrados en cuanto al sistema de energía, que siempre es intermediario, la escasez después de los saqueos se ha sentido más fuerte.
Según un artículo de Infobae, cerca de 350 empresas y comercios fueron víctimas del vandalismo y quedaron en ruinas en Maracaibo.

De hecho, tras 10 días de lo ocurrido la periodista Alex Crawford fue enviada a Maracaibo para un especial del Sky News y se encontró con un panorama aún más desalentador.
“Es como si una aspiradora humana hubiera pasado por allí” para acabar con todo lo que encontraba en su camino, expresó la reconocida periodista.

Y es que la gente armada con palos, machetes y armas de fuego, entró incluso hasta los hoteles, no solo para robarse la comida, sino también los objetos de valor. En medio de eso, destruyeron el mobiliario.
Por ejemplo, el Hotel Brisas del Norte, uno de los más emblemáticos de esa ciudad, se quedó hasta sin camas: “El nivel de devastación te deja sin aliento”, expresó Alex Crawford.

Todos enfrentan las consecuencias
Antes del apagón, Venezuela estaba en una crisis por desabastecimiento de alimentos y medicamentos.
Por ello la comunidad internacional quiso enviar toneladas de ayuda humanitaria por medio del autoproclamado presidente Juan Guaidó, las cuales el Régimen de Nicolás Maduro no dejó ingresar.

Pero ahora, después de los cuatro días de saqueo, la escasez aumentó en las calles de Maracaibo y lo poco que consiguen se vende por porciones y en dólares.
La gente hace filas de horas en algunas partes donde aún quedan pocos alimentos para sobrevivir, pero deben tener mucho dinero para poder acceder a lo poco que encuentran.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue pendiente de lo que ocurre en el vecino país en medio de la crisis.
