El hombre, salió de su casa, se asomó al patio porque los perros estaban ladrando mucho.
Y escuchó ruidos: “¿Quién anda ahí?..los perros están alborotados, algo anda…los perro están como asustados”. Dice y se le escucha la voz temblorosa.
Sigue grabando.
Cree que es en la loma que algo ocurre. “¿Qué es eso?” y de repente: Gritos de llanto desgarrador, se escuchan cerca de donde se encuentra. Parece una voz de mujer.
El hombre sale corriendo. El camino es solo matas, selva; oscuridad, al fondo los perros ladran desesperados.
“¡Dios mío…Dios mio!”, dice el hombre.
El llanto y el quejido se va alejando. Parece sollozar. No se entiende si llama alguien, pero el llanto sigue.