Enrique Ayala ya no sabe a quién acudir. Es odontólogo y tiene una clínica hace doce años en la avenida Suba con avenida Cali.
El miércoles 18 de noviembre fue víctima de una banda de asaltantes venezolanos que, haciéndose pasar como pacientes, ingresaron a su clínica y llevarse todas sus pertenencias.
Los delincuentes los amedrentaron con armas de fuego. “Nos golpearon, nos dieron puños en la cara. A mí me dieron varios golpes con el arma de fuego en la cabeza”.
El profesional dice que gracias a su auxiliar de odontología que pudo escapar cuando le daba ingreso, obligada, a los otros delincuentes, pudo pedirles ayuda a los vecinos.
Así fue que parte de la banda se asustó y salió corriendo por el sector. “Uno de ellos era una mujer. Ella se montó en un bus y los vecinos detuvieron ese vehículos para retenerla mientras llegaba la Policía”.
