De esta manera, se convierte esa población del Norte del Valle de Aburrá, en un referente de ambiente sostenible, sin emisiones contaminantes y sin riesgo de que sus semáforos fallen por problemas de energía.
La meta de la administración municipal es que en los próximos 50 años Girardota no tenga que pagar facturas de energía por la operación de semáforos.
Internautas en redes sociales piden que esta gran iniciativa se lleve a cabo en todo el territorio Nacional.