"Desde hace pocos meses hago parte del Comité Directivo de la Fundación sin Animo de Lucro Faith Action International, que ayuda a inmigrantes de todo el mundo en la zona en la que me encuentro", destacó.
Entre Pitalito y Manizales
Héctor nació en Pitalito, más exactamente en el barrio Cálamo, lugar donde dio sus primeros pasos y donde guarda sus primeros recuerdos, los más valiosos, junto con sus amigos.
"Recuerdo que las calles estaban sin pavimentar y jugábamos todo el tiempo afuera con mis amigos, hasta que las madres desde cada una de las casas a eso de las 8 de la noche salían y gritaban nuestros nombres para que nos entraramos", dijo.
En materia educativa Héctor se graduó en la Escuela Normal Superior y terminado su ciclo escolar, emigró a Manizales, donde estudió Licenciatura en Lenguas Modernas en la Universidad de Caldas, terminado ese proceso, estuvo trabajando en varios institutos de inglés del Valle de Laboyos.
Rumbo a Estados Unidos
Para el año 2007 Héctor viajó a los Estados Unidos, en un principio con el fin de mejorar su inglés, aunque luego le llegó una oportunidad laboral la cual le ha permitido estar una década en el país del norte.
"Al principio se extrañan las personas y las costumbres, pero la escuela que me contrató es una de las mejores del Estado y del Pais, y eso sirvió mucho al principio para que el cambio no fuera tan drástico", expresó.
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| Recientemente Héctor (izquierda), ha recibido un reconocimiento por parte de su comunidad, por su trabajo con los inmigrantes. |
Fuera de la parte educativa, Héctor también se destaca por su labor social, es por eso que fue reconocido por el grupo Coalición Latina del Triad, por su su trabajo con los inmigrantes para comprender el sistema educativo de los Estados Unidos.
Aparte de Faith Action, actualmente nuestro invitado hace parte del programa de formadores del Ywca (Young Women Christian Association), con la cual viene impulsando procesos dirigidos a las mujeres.
Sobre su Huila
Héctor no olvida al Huila ni a su Pitalito, es por eso que cada año se las arregla para visitar a sus familiares, en especial en las fiestas de San Pedro.
"Aunque puedo viajar cada año a visitar a la familia, muy pocas veces he podido llegar para las fechas de San Pedro, de mi Pitalito extraño las ferias, la gente, las calles, y poder ir y sentarme en la tienda de la vecina y hablar con los vecinos que pasan", dijo.
Por ahora este laboyano de corazón busca seguir en los Estados Unidos, aunque no descarta un regreso definitivo a su terruño.
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