El macabro hallazgo en las pesebreras de Pitalito

Ningún vecino de las pesebreras ubicadas a un costado del zanjón del Burro que divide el Barrio La Virginia del Barrio Villa Consuelo de la ciudad de Pitalito, había siquiera imaginado que muy cerca de allí, en la pequeña vega tupida de denso bosque de guadua, yarumos y otros árboles nativos de la región, se encontraba enterrado el cuerpo de la infortunada psicóloga Cindy Paola Galeano, desaparecida misteriosamente desde el pasado 22 de mayo de 2017, cuando salió de su casa ubicada en el Barrio Villa Café y nunca más regresó.

Gracias a la pericia de los agentes del GAULA del Ejército y agentes del C.T.I. de la Fiscalía General de la Nación, quienes capturaron al sospechoso José Luis Calderón Hernández, reconocido chalán y cuidador de caballos de dicha pesebrera, se logró establecer, debido a la confesión del capturado, que Cindy Paola había sido enterrada cuidadosamente en ese sitio, donde la maleza ya no permitía establecer con exactitud la fosa cavada para guardar los restos mortales de la mujer desaparecida.

Para los familiares de la joven fue muy doloroso enterarse de ese macabro hecho. Varios meses sumieron a esta familia en la incertidumbre, amargura y tristeza que produce la desaparición forzada de un ser querido. Pero más doloroso fue el momento cuando se enteraron del horroroso hecho, al saber que después de varios meses de búsqueda incansable, había arrojado resultados positivos, por lo menos de para establecer que Cindy estaba allí, en ese lugar, pero desgraciadamente muerta.

El dolor se hizo más intenso cuando los agentes indicaron las coordenadas que José Luis les suministró, pero que tenían que esperar hasta que llegaran de la capital de la república, agentes especializados para exhumar los restos de una forma técnica y científica, pues de esa forma se logrará recaudar el mayor acerbo probatorio posible y así poder establecer las verdaderas causas que ocasionaron la muerte de Syndy Paola Galeano.

Finalmente el sábado 02 de septiembre de 2017, arrimó la comitiva investigadora de Bogotá, y desde las horas de la mañana comenzó la búsqueda del sitio en un lugar lleno de maleza. Y aunque José Luis Calderón indicó unas coordenadas, los agentes rastrearon con palas y picos varios metros a la redonda del tupido terreno sin mayor éxito.

Fue después del medio día cuando finalmente hallaron la macabra e improvisada tumba donde durante horas los especialistas fueron desenterrando con sumo cuidado el cadáver.

La ardua labor terminó para los agentes hacia las ocho de la noche y finalmente los restos fueron embalados para ser llevados, posiblemente para la capital de la república, donde se realizará las labores de necropsia del cadáver y así establecer los detalles del fallecimiento de la profesional.

Pero para su familia el dolor no ha culminado pues ahora tendrán que esperar hasta que las autoridades de Medicina Legal haga el arduo trabajo, que no será fácil, ni mucho menos pronto, para finalmente poder traer sus restos y enterrarlos de acuerdo a las tradiciones cristianas acostumbradas en nuestra cultura, y no de la forma macabra como permaneció escondida por espacio de varios meses.

Vídeo:


Informe especial de Santiago Villareal C

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