Café del Huila: Suave, aromático, enigmático y muy especial

Advierten por nueva variedad de café traído de Costa Rica que podría arruinar la caficultura huilense. Se trata de la variedad catimore o Costa Rica 95 de menores rendimientos y con baja resistencia a la roya.

Por Germán Enrique Nuñez

Unos valles pequeños que se intercalan con las verdes y tupidas montañas del Huila hacen parte del paisaje Cultural cafetero, en donde la neblina de la mañana cubre como una sábana de vapor blanco los picos y las enormes terrazas de las serranías en donde crece con todo el cuidado y el mejor trato, el café de mayor calidad en Colombia, una variedad única que concita el interés de los buenos y más exigentes tomadores de café en el mundo.

Sin duda alguna los cerros del Huila, esos que abandonan la vertiente del respetable y majestuoso río grande de La Magdalena para ir a las ignotas tierras del sur albergan un grano suave y de gran calidad que lo llevó a tener sin mínima duda lo máximo en calidad y en taza. El café opita quizás se ganó un merecido premio a la constancia y a la fe toda vez que en los aciagos momentos de la caficultura mundial, los productores no declinaron y siguieron en pie apostándole a una cultura, a un patrimonio y a una tradición que bien le había dado buena parte del desarrollo a Colombia.

El café conquista al Huila casi que de manera paralela con la colonización antioqueña pues de 1830 hacia adelante, muchos vieron opciones para adelantar un plan de expansión de la caficultura, ya muy determinante en las finanzas regionales y nacionales. En 1880 el Huila tiene una caficultura más tecnificada e inclusive con un alto grado de desarrollo toda vez que en ese tiempo se usó una técnica hidráulica que permitía hacer un inmejorable beneficio.

Para saber mucho más sobre el café que marca la pauta hoy en Colombia, Diariolaeconomia.com habló con el Director Ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Huila, Jorge Enrique Montenegro Polanía, quien reveló que nuevamente la región contó con la vista del Grupo Empresarial de Japón Mitsui, que buscan en el occidente del Huila seguir trabajando con el tema de la asociatividad del café.

En la hoja de ruta del Comité hay igualmente actividades fundamentales a corto y a mediano plazo a bien desarrollar y en primer lugar está el Centro Tecnológico del Café con miras a que en el departamento del Huila se desarrolle y se cree la universidad del café y allí se busca que los hijos de los cafeteros no se queden solamente observando la plantación y la semilla del café como la única actividad del café sino que vean en su finca todo un cúmulo de oportunidades en lo que tiene que ver con la transformación del producto y allí hay un pensum para que además de la parte técnica se dicte todo lo concerniente a innovación y valor agregado lo cual viene acompañado con la comercialización. Para apalancar esta actividad el Comité de Cafeteros le pedirá al ministerio de las TIC que dote al campo de tecnología para que los productores puedan tener acceso a la bolsa de valores y desarrollar más conocimientos para que así puedan tener su propio empaque y su propia maquila.

En materia de industrialización de café, Montenegro dijo que la cátedra les permitirá a los cafeteros tener volúmenes para tener manejo en los negocios de la encomiable actividad. Este proyecto cuenta con el respaldo de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, del Gobierno Nacional y del gobierno departamental.

Otra meta que tiene el Comité de Cafeteros del Huila es consolidar el parque agro- turístico el cual empalmaría con el parque arqueológico de San Agustín en donde hay una finca de aproximadamente ocho hectáreas que será la sede del Parque Agro-Turístico del Café en el cual ya se trabaja. Para el directivo, paralelo al turismo arqueológico y del conocimiento, se ofrecerá otra alternativa que tiene que ver con el esparcimiento, los deportes extremos, el senderismo y todo alrededor de la cultura cafetera. Este propósito va a buen ritmo y seguramente muy pronto los turistas de Colombia y el mundo podrían disfrutar de un nuevo y adecuado parque temático.

Las centrales de beneficio son también un punto central aprovechando que el Huila ha sido pionero con las micro-centrales que si bien están en otros departamentos, en el sur del país se caracterizarán por romper paradigmas toda vez que propone la creación de empresas en torno a estas centrales de tal manera que se pueda hacer un óptimo beneficio del café con el fin de lograr unas calidades excelsas y unas condiciones determinadas. Este proyecto busca igualmente una comercialización con empresas nacionales o extranjeras que comprarán un café que sale del árbol al Centro de beneficio. Con esta propuesta habrá ahorro de agua y de energía con una ganancia adicional y es que el medio ambiente tendrá un impacto favorable.

Alerta roja

Los caficultores del Huila encendieron las alarmas ante lo que puede ser una amenaza para la caficultura del departamento que de no meterse en cintura pondría en riesgo el trabajo de los productores desarrollado durante largos y complejos años.

Según los cafeteros a la región llegó una variedad conocida como Catimore o Costa Rica 95 la cual es una amenaza para la caficultura huilense toda vez que se trata de un tipo de café que ya perdió su resistencia a la roya en la región. El Comité de Cafeteros del Huila confirmó que esta variedad es tan perversa que en Costa Rica en dónde fue creada hoy adolece de confiabilidad por lo que ya no la recomiendan dado su envejecimiento prematuro y por una calidad en taza muy inferior a las variedades desarrolladas por el Centro Nacional de Investigaciones de Café, Cenicafé.

A juicio del Comité Departamental de Cafeteros, sembrar esta variedad implica poner en riesgo la empresa cafetera porque para obtener diez arrobas de café pergamino seco con variedad Catimore se necesitan hasta 70 arrobas de café cereza, lo que quiere decir que demanda 20 arrobas más que las variedades certificadas. El gremio cafetero advirtió que de seguir ésta tendencia de siembra, se pone en riesgo la denominación de origen de café Huila.

La institucionalidad cafetera hizo un llamado a los caficultores para que siembren materiales recomendados por la Federación Nacional de Cafeteros y producidos por Cenicafé porque solo así puede garantizarse la sostenibilidad de la caficultura colombiana que hoy está en alto riesgo por una variedad de elevada exposición a las plagas y de bajos rendimientos en producción y calidad.

La actualidad del café huilense

El Gerente del Comité Departamental de Caficultores del Huila precisó que la caficultura regional basa su trabajo, fundamentalmente en el tema de la asociatividad por cuanto los cafeteros del Huila han sabido entender que dentro de las circunstancias y las necesidades experimentadas anteriormente por el entorno y las coyunturas, los caficultores nunca dejaron de creer dándole paso a los procesos asociativos y al esquema de holding que con muchos cafeteros comprometidos, vislumbró en el café una oportunidad para darle manejo a una caficultura de características y condiciones muy particulares.

Los grupos de productores vienen adelantando de la mano del Comité Departamental una actividad juiciosa que tiene que ver con las buenas prácticas en el manejo del café. Las regiones en el Huila, comentó el directivo, fueron asociándose con el propósito de cultivar un café de elevada calidad.

Esta labor de asociatividad fue el resultado de una tarea bien hecha en donde hicieron convergencia todas las fuerzas vivas del departamento y desde luego con el concurso del gremio cafetero que articulo gobernación, municipios, academia y empresarios que de manera afortunada vieron todo un potencial en la caficultura del Huila.

Una vez organizada la caficultura regional se procedió a despertar el interés de los comercializadores y de los encargados de la cadena de producción de café, labor que terminó mostrándole a Colombia y al mundo, la calidad del café del Huila, producido por caficultores organizados en esa próspera región.

En línea con expertos en el tema cafetero como el reconocido, Mario Gómez Estrada, voz autorizada del café en Caldas, Montenegro Polanía manifestó que la siembra de cafés especiales le está dando un mayor relieve a la actividad cafetera porque inclusive con ese valor agregado expresado en taza, los productores se apartan de la pesadilla de la tasa de cambio y aseguran un mercado diferencial que sacará muchos tipos de café del radar de las empresas y compradores que hoy quieren sacar el mejor sabor, el mejor aroma y la mayor suavidad del grano.

“Los cafeteros del departamento tomaron conciencia en el sentido de que hay que producir grano de muy alta calidad y eso solo se debe a un tema asociado con la productividad y con la rentabilidad, muy del nuevo discurso de la Federación Nacional de Cafeteros. Allí, hay que decirlo y bajo este nuevo escenario, se promueven concursos para que los cafeteros departamentales muestren todo lo que se ha logrado en el Huila”, declaró el señor Montenegro Polanía.

Indicó también que en materia de productividad, el departamento avanza en todo lo que tiene que ver con renovación y reconversión de la caficultura, es decir que la apuesta es por cafetales jóvenes, sostenibles y muy competitivos. Sobre este tema expuso igualmente que la idea es contar con variedades resistentes al tema de la roya.

En materia de renovación y reconversión de la caficultura, Montenegro Polanía explicó que el Huila debe hacer una reconversión cercana a las 53.000 hectáreas lo que permitirá adelantar todo un revolcón cafetero en el sur del departamento que arrancará en 2018 básicamente para esa zona, pero igual para la zona centro, el occidente y la del norte. Todo esto con el fin de que la estructura cafetera sea más moderna y con nuevas variedades resistentes al cambio climático.

Con este plan mejorarán las densidades de siembra que pasarán de 5.300 y 5.400 a 7.000 plantas por hectárea. Allí, expresó, será vital todo el proceso de garantizar sombríos porque el cambio climático llegó para quedarse. En síntesis, con esta estrategia el Huila será el departamento con la caficultura más moderna de Colombia.

Otro frente en el que trabaja el Comité de Cafeteros del Huila es en el ajuste al sistema productivo que tiene que ver puntualmente con el aumento en las densidades de siembra las cuales se hacen con variedades mucho más resistentes y mucho más productivas. Otro tema no menor es el atinente a nutrición de plantas y de sombríos por toda la coyuntura climática.
Cabe indicar que de cara a mejorar y optimizar la caficultura regional el gremio cafetero firmó un convenio de ciencia y tecnología con el gobierno departamental el cual se ajusta a las condiciones de la región y en donde se desarrollará un proyecto del Huila, para el Huila, para el país y para el mundo.

Este convenio rubricado hace dos años, avanza con paso firme y marcará las pautas de la nueva caficultura que deben tener el departamento y el país.

¿Qué es café especial?

Muchos hablan en Colombia y en el mundo sobre los cafés especiales a tal punto que por estos días arrancará una feria muy de este tipo de grano en las instalaciones de Corferias en Bogotá. Para el Comité de Cafeteros del Huila un café especial es aquel que tiene un comercio más dinámico porque se trata de un grano que le gusta al consumidor en el mundo. Este café tiene de por sí unas características fundamentales porque se trata de un grano balanceado, condición que obtiene después de unas muy buenas prácticas agrícolas.

Este café que enamora el paladar del mundo, explicó Montenegro, tiene calidad por trazabilidad, por salir de unas semillas y unas variedades muy particulares que terminan dando un café de alta calidad entre otras cosas por los cuidados del cultivo y el beneficio que se le da a este bebestible.

El café especial a criterio del Comité es el resultado de unas buenas prácticas agrícolas en donde entran mixturas determinantes como trazabilidad, variedad, cultivo y un beneficio limpio que le da esa condición tan demandada en el mundo cafetero y en los consumidores que lo piden en cantidad haciendo que este tenga mucho mejor precio.

Después de la caída del Pacto Cafetero los caficultores del Huila no salieron en desbandada de la actividad amen de los inconvenientes y luego de insistir y de matricularse en la asociatividad lograron la excelencia y un sello único y de gran valor en donde el gran activo es el caficultor. No menos importante fue la grata tozudez de los productores que tras enfrentar los agudos líos de roya en 2009 salieron adelante por ese trabajo asociado en donde la caficultura era un departamento, una región, pero no una sola finca. Gracias a este comportamiento férreo y pertinaz, muchos caficultores pudieron mejorar su calidad de vida viendo las bondades de la economía solidaria.

Luego de siglos de caficultura, desde la llegada de la mata en 1919 hasta los inicios de la caficultura comercial colombiana en 1835, pasando por la bonanza cafetera de 1975 y llegando a nuestros días después de plagas, malos precios y manipulación de mercado, el café, ese cultivo que huele a selva, a la maraña que quizás inspiró a José Eustasio Rivera para escribir la inmarchitable “Vorágine”, se puede aseverar que ese hermoso cultivo tan solo le ha regalado desarrollo a Colombia y es por eso que al hablar de café, necesariamente se tiene que hablar de progreso, de educación, de salud, de agua potable, saneamiento básico, de vías y de muchos avances que llegaron por la gracia de Dios y de la bendecida planta de origen africano.

Al hablar de café, los ojos de Jorge Enrique Polanía toman un brillo especial y tras hacer una breve pausa declara muy orondo que la caficultura ha sido y es el producto insignia de Colombia, el mismo que le dio recursos a las regiones. Sostuvo que por el reconocimiento que tiene y del prestigio del que goza, no hay un producto que identifique tan acertadamente a los colombianos de bien que el mismo café.

“Además de esa imagen que el café le ha dado al país, nosotros tenemos que decir que la caficultura desarrolló la economía, aportó en la parte social y no podemos negar que por ser un producto bandera contribuyó y contribuye con todo lo atinente a tejido social y gobernabilidad en las regiones”, apuntó.

Listos para el posconflicto

El café que debió pasar por muchas etapas complejas del país en vista que fue testigo de guerras, conflictos y desencuentros, hoy le dice presente al posconflicto porque si algo tiene claro la caficultura es que con un país en paz es mucho más fácil hablar de desarrollo porque lamentablemente el gran atraso que reporta Colombia tiene que ver con la cuenta de cobro que pasaron las guerras y los últimos sucesos de conflicto armado.

Según Montenegro los caficultores están tan comprometidos con la paz y todo lo relacionado con el posconflicto que los productores le están diciendo al Gobierno Nacional que la Federación Nacional de Cafeteros está lista y preparada para ejecutar los recursos del posconflicto por lo que ha hecho, desde luego, el café a nivel del país.

Dijo que además los cafeteros tienen confianza y credibilidad en el campo, fundamentalmente en el sector cafetero porque en el conflicto y ahora en el posconflicto la Federación hizo y está haciendo presencia para seguir construyendo país sobre la base de la institucionalidad y obviamente desde la tranquilidad, condición que inclusive permite formar porque hay una particularidad cafetera y es que siempre ha manejado sus cosas a partir del diálogo, la concertación y el consenso.

Al pan, pan, al vino, vino y al café, café

Luego del pasado Foro Internacional del Café realizado en Medellín en medio de la conmemoración de los noventa años de la Federación Nacional de Cafeteros, muchas inquietudes quedaron, pero básicamente la que tiene que ver si finalmente las multinacionales se pondrán la mano en el corazón para seguir ganando miles de millones de dólares, pero con un trato más humano y justo para el productor primario que finalmente sufre la actividad, se queda con las deudas y todo por una remuneración ínfima e injusta que en no pocas ocasiones tiene como igual un saldo en rojo, una enorme pérdida y un dilema lamentable porque mientras a los cafeteros les bajan el precio, los productos procesados de café suben sus precios en todo el mundo sin la menor consideración por el campesino que se la jugó por sembrar café y por llenar billeteras ajenas.

Sobre este punto, el Director Ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Huila, Jorge Enrique Montenegro Polanía, testificó que el encuentro mundial le envió un mensaje de urgencia a toda la cadena productiva del café en donde los eslabones tengan la corresponsabilidad, tanto los productores, los tostadores, los comercializadores, los industriales y los consumidores.

La idea, dijo, es que todos aporten su granito de arena para que haya un ejercicio de gana-gana en donde la rentabilidad del café sea distribuida de la mejor manera. El directivo expresó que la gran pregunta es quien acarreará con la gran bomba social el día que los precios no sean rentables, empero manifestó que confía en que se llegue a un acuerdo en donde todos logren una actividad boyante y lucrativa que permita seguir sembrando café.

Añadió que Colombia urge de una caficultura moderna que permita el relevo generacional en donde los nuevos productores vean que realmente vale la pena apostar por los cultivos de café para que estos sigan siendo el eje social y el bordón de la inclusión, el crecimiento y la productividad.

El departamento realizará un encuentro de jóvenes cafeteros para saber qué quieren las nuevas generaciones y qué perspectiva tienen del café. El vocero señaló que ante la migración de mano de obra por la brecha que hay entre el campo y la ciudad, lo lógico sería crear condiciones en la ruralidad para frenar las migraciones de jóvenes que tanta falta le hacen y le harían al campo.

Huila, el departamento del otro café

Muy a pesar de que Colombia es dueña de un sello en café de un valor incalculable por todo lo que representa la caficultura, lo único cierto es que hoy el departamento del Huila es dueño de una nueva caficultura matizada por ese valor agregado y la capacidad de producir con gran juicio un café especial de mucho pedido en el mundo.

Algún productor de ese sugestivo departamento dijo que la caficultura en Colombia se partió en dos, antes del café del Huila y después del café del Huila, algo parecido a la caficultura antes y después del Acuerdo de Cuotas, solo que para el caso doméstico se ciñe a la calidad.

Tan cierto es que el Huila es la región del otro café que en días pasados visitó la zona cafetera del departamento el actor, Hugh Jackman, quien constató la calidad del grano huilense, el cual prefiere para su fundación y las tiendas que tiene en Estados Unidos y Australia. El afamado hombre de Hollywood recalcó su gustó por la calidad del café del Huila, el que conoce al igual que su caficultura la cual está llena de historias amables.

Uno de los pecados de Colombia fue caer en el error de la Enfermedad Holandesa en donde por acopiar rápidamente recursos desconectando el campo, se llegó a un esquema económico que no era sostenible porque era como dejar el trabajo para comprar la lotería y vivir de la suerte.

Montenegro dijo que el desarrollo siendo importante debe ser sostenible y para ello, consideró, es importante poder interactuar con los recursos naturales para que de manera responsable pueda haber actividad en el planeta. Lo importante, dijo, es tener una economía que mire al campo, que mire los recursos naturales y el medio ambiente, pero solo si se garantiza la sostenibilidad para no caer en los aprietos fiscales de hoy que terminaron en una reforma tributaria que aún no digiere el país.

El Huila cuenta con aproximadamente 151.000 hectáreas cultivadas en unos 101.000 predios y 83.000 cafeteros en el departamento que en promedio equivalen a 1.6 o 1.7 hectáreas por caficultor, es decir una caficultura minifundista. Lo importante del minifundio, insistió Montenegro, es que este se une formando los grupos asociativos para presentar un café de muchísima calidad.

En las mañanas cuando toma el primer café del día, el Director Ejecutivo del Comité de Cafeteros del Huila, deja perder su mirada en el horizonte verde, en esa bonitas estribaciones para pensar en lo mucho que le preocupa que la caficultura deje de ser venturosa, le angustia que no haya equidad ni corresponsabilidad y le afana la desmesurada actividad que viene realizando el mundo tratando de poder tener un mayor desarrollo, obviando la sostenibilidad del mundo. De todas maneras confía en que hay condiciones para salir adelante en un país en donde todos caben y en donde se puede propender por la inclusión y la defensa del ecosistema.

Las últimas cifras con corte a 30 de septiembre muestran que la caficultura del país creció en 19 por ciento en producción de café y para el capítulo Huila el crecimiento llegó al nueve por ciento, lo anterior explicado a que la cosecha del primer semestre se desplazó entre dos y tres meses que en este momento se está recolectando. En ese orden de ideas los caficultores consideran que la cosecha cafetera podría estar por los mismos niveles de 2016 es decir por arriba de los 14 millones de sacos.

En las faldas de esas eminencias productivas sigue creciendo el café colombiano del Huila ese que cautiva con su sabor y con su aroma particular pues no en vano, los grandes compradores de café del mundo están llegando a las tierras del sur en donde prospera un grano que sin necesidad de ponderar, acaricia y respeta el más riguroso paladar.

En esas tierras de cafetos verdes con cerezas rojas, de asado, tamal, rajaleña y bambuco, en la misma en donde las mujeres bonitas abundan y enamoran con sus ojos bonitos de tonos miel y mirada encantadora, crece el mejor café de Colombia, el grano excelso que une a las familias y que en el Huila se convirtió en una cofradía que tiene como consigna producir con amor y con todo el empeño, un grano de inconmensurable calidad que se convirtió en el inmenso anhelo de quienes saben de tan especial bebestible.

Tomado de http://diariolaeconomia.com
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