Este es el escalofriante relato de un padre de familia que asesinó a su esposa embarazada y sus 2 hijas, tras una discusión conyugal.
Corría el mes de agosto de 2018 cuando Christopher Watts, de 33 años, salió en televisión denunciando la desaparición de su mujer y de sus hijas.
“Si están viendo esto, regresen”, dijo Whatts y unos días después fue arrestado.
El hecho ocurrió en Frederick, al norte de Denver -Colorado-, en Estados Unidos.
De acuerdo con Telemundo, el hombre discutió con su esposa Shanann de 34 años y dieron por terminado su matrimonio.
Al parecer, la mujer había descubierto una infidelidad y en medio de la pelea le dijo a Watts que no volvería a ver a sus hijas.
En ese momento él tomó a Shanann por el cuello y la estranguló.
Bella, su hija de 4 años, vio cuando él envolvía el cuerpo de la mujer en una sábana y preguntó por lo que le pasaba a su mami.
La niña rompió en llanto cuando vio al papá arrastrar a su mamá por las escaleras y subirla a la parte trasera de una camioneta.
Sacó a las niñas vivas de la casa
Según el relato que el hombre le hizo a las autoridades, después de esto subió a Bella a la camioneta y luego hizo lo mismo con Celeste, la otra hija de 3 años.
Posteriormente manejó hasta un campo petrolero en el que había trabajado. Las niñas se durmieron en el camino, cada una llevaba una manta.
El relato de Watts indica que al llegar al sitio bajó el cadáver de su mujer del carro, mientras las niñas seguían preguntando por lo que le pasaba a la mamá.
Cuando volvió a la camioneta, tomó la manta de la pequeña Celeste y la asfixió mientras la hermanita veía lo que pasaba.
Después se llevó el cuerpo de la niña y lo arrojó a un tanque de aceite.
Regresó al vehículo y Bella le preguntó si le pasaría lo mismo que a su hermana.
“¡Papá, no!”, fueron las últimas palabras de la pequeña, quien lucho para no morir, pero también terminó en un tanque de aceite.
Finalmente, Watts agarró el cuerpo de Shannan y lo enterró.
Para evitar un largo juicio el hombre se declaró culpable y en noviembre pasado fue condenado a cadena perpetua.
Ahora, en prisión, Watts lee la biblia. Tiene fotos de sus hijas y de su esposa en su celda y les habla en las mañanas y en las noches.
