Las autoridades investigan qué pretendían hacer con las municiones.
Ni los mismos Policías se escapan a la tentación de infringir la ley, pese a conocerla. El capitán Óscar Andrés Saavedra Pinzón, de 36 años de edad y perteneciente a la Dirección de la Policía Antinarcóticos, fue capturado el sábado con gran cantidad de municiones ilegales, cuando en compañía de otra persona, se movilizaba por una vía del Quindío.
El suceso se dio aproximadamente a las 4:15 de la tarde, cuando el oficial y Jhon Fredy Galvis Gallego, nacido en Samaná, Caldas, transitaban en una camioneta Toyota Hilux, de placas HBU-831, desde Neiva, Huila, hacia Cartago, Valle del Cauca.
El recorrido transcurría con normalidad, pero cuando llegaron al sector de La Línea, en jurisdicción de Calarcá, fueron requeridos por agentes de la Seccional de Tránsito y Transportes de la Policía Quindío para una requisa personal y un registro al automotor.
A los hombres no les encontraron nada comprometedor cuando los requisaron. La sorpresa la descubrieron los uniformados al revisar el carro minuciosamente y encontrar 200 cartuchos calibre 32 milímetros, 100 balas calibre 9 mm y 200 proyectiles calibre 38 mm, de los cuales no tenían permiso legal para portarlos.
Por lo anterior, el policía, que iba de civil, y su acompañante, quedaron detenidos y los dejaron en poder de la Fiscalía General de la Nación, FGN.
Para manejar independencia en el proceso, la Policía se desligó del caso y los actos urgentes fueron asumidos por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI. Esta autoridad será la encargada de establecer si las municiones encontradas eran oficiales y si iban para algún grupo armado ilegal.
