La triste historia del abuelito que murió engusanado y abandonado por la sociedad y el estado


La triste vida de don Miguel Ángel Suarez de 79 años, terminó la madrugada del sábado 08 de junio en el pabellón de urgencias del Hospital Hermando Moncaleano Perdomo de la ciudad de Neiva, con su garganta roída por una horda de gusanos (nuches) que las moscas previamente habían puesto sus huevos, y allí, al interior de una herida producto de una cirugía crecieron las larvas, se alimentaron de sus tejidos, chuparon las células vivas y muertas, y finalmente lo llevó a la tumba.


Todo comenzó hace unas semanas cuando le practicaron una delicada cirugía en su cuello para extraer un tumor maligno que lo venía aquejando desde hace varios años. Después le practicaron una traqueostomía para poder respirar y fue allí que comenzó otro calvario para don Miguel Ángel.


Las pésimas condiciones en que vivía con su esposa en el barrio El Peñón de la capital huilense, otra señora de la tercera edad, abandonados por su familia, la indiferencia de la sociedad, y el abandono estatal, en medio de la miseria, y la insalubridad, las moscas aprovecharon la herida para preñarla de huevos y comenzar el lento proceso evolutivo de formar una verdadera cría de gusanos.


Pero lo más triste es que fue llevado nuevamente a un centro asistencial, donde simplemente le limpiaron la herida, pero no le mataron la gusanera, y finalmente le dijeron que regresara a su hogar. Posteriormente fue llevado a la IPC pero allí se negaron a recibirlo, sin más explicaciones, dijeron algunos testigos a SVCNoticias.com que procedieron a llevarlo hasta el Hospital la madrugada del sábado.



La señora Priscila Delgado Ruíz, una líder social de la comuna Ocho de la ciudad de Neiva, se contactó la noche del viernes 07 de junio con el ex diputado Octavio Cabrera Cante, un hombre que se caracteriza por su inmensa sensibilidad social, y ambos llamaron a una organización defensora de Derechos Humanos, para por ese medio presionar a las directivas del Hospital Hernando Moncaleano Perdomo y así poder ingresarlo al pabellón de urgencias.


La gusanera de la garganta de don Miguel Ángel lo llevó a la muerte
Sin embargo, la atención médica que debió recibir don Miguel Ángel Suarez desde hace mucho tiempo en otros centros de Primer Nivel de la ciudad de Neiva, ocasionó que fuera atendido demasiado tarde y mientras estuvo en urgencias, pidió perdón, se arrepintió, y finalmente exhaló. Sus vidriosos ojos quedaron mirando hacia el cielo como agradeciendo a la muerte que lo hubiera liberado del terrible tormento.


Es increíble que en plena capital del departamento del Huila, donde tienen asiento las principales clínicas, el mejor Hospital de Tercer Nivel del sur del país, la Secretaría de Salud departamental y la Secretaría de Salud del municipio de Neiva, un adulto mayor muera comido por los gusanos, desprotegido por una sociedad indolente y unos servidores públicos de la salud que no tienen escrúpulos para dejar morir a quienes viven en medio de la miseria y el abandono.


Para don Miguel Ángel Suarez no hubo Defensoría del Pueblo, Personería de Neiva, Procuraduría, ni gobernación del Huila, ni siquiera comité de defensa de los usuarios de la salud para que atendieran su dolencia, y convaleció en medio del abandono estatal, familiar y social, de la “gente de bien”, las iglesias católicas y cristianas, y sus únicas visitantes diarias fueron las moscas que sin quererlo, inyectaron los huevos cuyas larvas convertidas en hambrientos gusanos, finalmente lo liberaron de esta tierra. Planeta implacable y adverso para los pobres de este país, cuya Constitución Política se precia de catalogarse como un Estado Social de Derecho, pero lo Social solo está en las amarillentas hojas de papel del texto.


Por: Santiago Villareal Cuellar
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