El aberrante caso de explotación sexual se dio en Calarcá, Quindío, donde una madre fue capturada por prostituir a su hija de 13 años de edad, situación a la que la menor se negaba.
De acuerdo con las autoridades, la mujer ofrecía a la niña para tener relaciones sexuales con un hombre de 74 años.
El pago oscilaba entre 2.000 y 50.000 pesos, también por comida.
Sin embargo, esta mujer resultó capturada gracias a una denuncia oportuna del padre y exesposo de la víctima, quien señaló que desde hace tres meses a su hija la estaban comercializando.
“SU MAMÁ LA VENDÍA A UN VIEJITO Y QUE LA MANDABA A QUE ÉL LA MANOSEARA A CAMBIO DE PLATA Y COMIDA”, FUE LA DENUNCIA.
Estos hechos sucedieron en 2019, pero este viernes la Fiscalía le imputó cargos a la mujer por los delitos de: “Proxenetismo con menor de edad con circunstancias de agravación punitiva, acto sexual con menor de catorce años, acceso carnal abusivo con menor de 14 años y demanda de explotación sexual comercial de persona menor de 18 años, en calidad de coautora”.
Asimismo, se le atribuyeron cargos a Jesús Giraldo Henao por ser el principal sospechoso de sostener relaciones sexuales con la menor.
La explotación sexual
De acuerdo con las investigaciones del ente acusador, los abusos a la menor ocurrieron en julio, agosto y septiembre de 2019.
Se presume que justamente en septiembre de ese año, el adulto mayor accedió carnalmente a cambio de 50.000 pesos.
Al parecer, ese dinero fue repartido entre su mamá y sus hermanos.
También se identificó que la mujer era quien llevaba a la menor a la casa de Henao y le había enseñado como tener relaciones sexuales sin quedar embarazada.
En entrevista forense, la menor indicó que “su mamá la vendía a un viejito y que la mandaba a que él la manoseara a cambio de plata y comida“.
Asimismo, señaló que al inició la mamá no estuvo de acuerdo pero que luego accedió.
Según señaló la Fiscalía, ambos fueron enviados a prisión, pero no admitieron su responsabilidad en los hechos. El caso continua.