Esta intrigante historia ocurrió en una prisión de máxima seguridad en Welikada, Sri Lanka luego de que los guardias detuvieran al gatito que intentaba introducir a la prisión dos gramos de heroína, dos tarjetas SIM y una de memoria.
El gatito “narcotraficante” portaba alrededor de su cuello una bolsa con todos estos implementos luego de que las autoridades del penal registraron un intento por pasar este tipo de paquetes a los reclusos desde fuera.
Un día después de su aprehensión, el gato se escapó pese a que contaba con estricta vigilancia encerrado en una sala. Aunque las autoridades del reclusorio se negaron a dar información oficial, la noticia salió a la luz el pasado 3 de agosto.