El pequeño fue hallado por un feligrés llorando debajo de una silla y envuelto en una cobija.
“Varios fieles nos manifestaron que una mujer joven entró a la iglesia a las 4:50 de la tarde, dejó el niño de brazos debajo de una banca y se fue. Es lamentable que hagan eso con nuestros niños”, señaló el sacerdote René Crespo, párroco de la iglesia.
El bebé fue trasladado hasta la Unidad de Salud del barrio Ricaurte para ser valorado y posteriormente remitido a la Unidad Pediatría del Hospital Federico Lleras, donde la defensoría de Familia tomó su custodia.
El recién nacido fue entregado a una madre substituta del Bienestar Familiar para continuar con sus cuidados.