Familiares de Roxana Ruiz, originaria del sureño estado de Oaxaca, pidieron este lunes libertad para la joven de 21 años, que está en prisión acusada de haber matado a su agresor sexual y quien tenía una audiencia programada que finalmente no se realizó.
Desde el centro de detención, Roxana escribió una carta en la que relató que el 8 de mayo al terminar su jornada laboral en un puesto de papas fritas, salió con unas mujeres que trabajaban frente a su negocio, quienes la invitaron a tomar unas cervezas.
“No tengo casi amigas y accedí. Ese fue el peor error (…) Solo tomé una cerveza y les dije que me iba”, relató. En ese momento, apareció un hombre que ella solo conocía de vista y se ofreció a acompañarla hasta su casa: “Cuando llegamos se puso necio. Me insistió en que vivía muy lejos, que lo dejara quedarse a dormir en mi cuarto”, explicó en la misiva.
Advirtió que colocó una colchoneta en el piso, pero el hombre se subió a su cama.
“Me empezó a quitar la ropa, me golpeó, me violó. Yo estaba en shock. Pasé momentos horribles, sentí su aliento, sus manos, cuando me penetró”, escribió.
Para defenderse lo golpeó en la nariz y poco después de que él la amenazara de muerte, ella tomó una camiseta y lo asfixió.
En la carta afirma: “No quería que él lastimara a nadie más. Me sentí sola, denigrada”.
Los policías municipales la detuvieron en flagrancia con el cadáver en un costal, por lo que la trasladaron a la procuraduría. Ella acusó que no le tomaron fotografías y no tomaron en cuenta su declaración para poder defenderse.
"Esperamos demostrar que hubo legítima defensa y que todo salga a favor de ella", dijo la cuñada de Ruiz.
Mientras sigue la investigación, los familiares de Roxana piden a la sociedad mexicana que sigan apoyándolos para que las autoridades puedan ver "la injusticia" que se está cometiendo.