Pericongo II, de desastre en desastre


Por; Melquisedec Torres

En el desastre de Pericongo, vamos de desastre en desastre. Y ya no sabemos quién es peor, si la concesionaria Aliadas que tiene decenas de incumplimientos, procesos sancionatorios y una conchudez sin límites frente a la más grande obra pública que hemos tenido los huilenses en la historia.

O el Ministro de Transporte, Germán Cardona, que solo vino a enterarse de que había un proyecto 4G en el Huila cuando una roca mató a un conductor, y que esa 4G estaba en serios problemas.

O el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, que tuvo la conchudez de ir hasta Pitalito – como dijimos ayer en un acto insólito pues los ministros de Hacienda casi nunca van a la provincia – y tuvo el descaro de anunciar 20 mil millones de pesos para atender una emergencia, de una plata que notificaron ayer que no existe.
O la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, que ha visto frente a sus narices cómo la concesionaria Aliadas ha incumplido, una y otra y otra y otra vez sus compromisos, y no ha tomado medidas de fondo.

O la interventoría de la concesión, que al igual que la ANI pero con mayor irresponsabilidad ha sido cómplice delictivo de los incumplimientos y la desfachatez de Aliadas. Esa interventoría, sepámoslo, se llama NMS y antes se llamó Consorcio GESAC y que la sede está en Pitalito y estamos averiguando quiénes son y qué ha hecho el Gobierno Nacional, la ANI contra ellos.

El último desastre, el de ayer. O mejor dos desastres: el primero, el del secretario de Vías del Huila quien, sin dar mayores explicaciones, anunció que todos los 20 mil millones de pesos irían a tres obras, sobre Naranjal, Acevedo y Guadalupe, y ni un solo peso para el problema central que se llama Pericongo. Y nadie, ni el Secretario ni la Gobernación, dio explicaciones razonables de porqué la plata no se destinaba, en algún grado, para resolver el tramo principal de Pericongo. Solo en la tarde, cuando comenzó la reunión en el Ministerio de Transporte en Bogotá, el gobernador del Huila precisó la distribución de la plata y explicó que el daño del puente colapsado ahí sobre Pericongo, la recuperación de ese pedazo de banca carreteable y la prevención de caída de rocas ya tenían una solución a corto plazo de parte de la concesionaria. Según Aliadas, y hasta no ver no creer, en 15 días empiezan los trabajos y en 4 meses los terminan.

Y el segundo desastre, el mayor fue justo cuando comenzó la reunión a las 5:30 de la tarde en el ministerio, el viceministro de Infraestructura, Andrés Peñalosa nos dijo, sin mayor preocupación, que los tales 20 mil millones eran para el 2019. Y eso si tramitaban rápido un Confis, y un Conpes y otro Confis y otra cantidad de trámites. En resumen señores del Huila: plata no hay. Los presentes no lo podíamos creer. Después de la amarrada de los diputados a la Plaza de Bolívar, de cinco o seis reuniones de alto nivel, de la visita cantinflesca del ministro de Hacienda a Pitalito, después de 7 meses de crisis, plata no hay.

Dicen, dicen, que el ministro Cárdenas se despertó muy temprano a mandar una viceministra a que trate de levantarse la plata rápido, en alguna parte. Que ya el Ministro de Transporte también se despertó y encontró 10 mil millones en algún lado. Dicen que al mediodía habrá alguna buena noticia en medio de todos estos desastres. Estaremos informando.
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