El deplorable estado del animal condujo a las tropas a adoptarlo, trasladarlo hasta el Batallón de Instrucción, Táctica, Entrenamiento y Reentrenamiento No. 9 e iniciar una juiciosa tarea de curación, que comprendió canalización, suministro de suero y medicamentos para controlar la infección.
Más de 15 días de amor y acompañamiento han incidido en la rápida recuperación del canino que ahora no solo acompaña a los soldados en sus labores de entrenamiento táctico, sino que además se entrena como uno más para contribuir con el cumplimiento constitucional que le ha sido encomendado a los soldados de la Novena Brigada.
Una labor que demuestra el compromiso de los soldados con la fauna, su protección y cuidado; tarea que hoy redunda en el logro de un amigo más, un aliado en la búsqueda de la paz y la tranquilidad de los habitantes del territorio ‘Opita’.