Una joven madre de un bebé de 11 meses dejó al cuidado de sus padres la suerte de su hijo para irse de vacaciones, sin saber que era la última vez que lo viera con vida.
Según publicó el Daily Mail, la mujer en efecto salió de vacaciones y su pequeño quedó ‘al cuidado’ de los abuelos. Los hechos ocurrieron en la localidad rusa de Kharoy.
Según trascendió, los ancianos en una noche tomaron grandes cantidades de licor para contrarrestar las bajas temperaturas de la zona donde residen.
Sin una razón aparente más allá de estar perdidamente borracho, en un momento el hombre tomó al pequeño y lo arrojó dentro del horno donde se calcinó por completo.
La mujer regresó de su viaje y al preguntar por su pequeño descubrió el fatídico final.
Las autoridades rusas no encuentran otra explicación más allá del estado de embriaguez al cual llegó la pareja por la ingesta de grandes cantidades de vodka.
Algunos vecinos de la familia salieron en defensa del par de abuelos diciendo que siempre cuidaban bien de su nieto. Por el momento las autoridades continúan con la investigación y en caso de ser hallados culpables podrían enfrentar cadena perpetua.
