Condenado a 48 años de cárcel "mototaxista" violador en serie de Pitalito

Seis de las diez mujeres víctimas del violador en serie Hernando Perdomo Cuenca, conocido como el ‘Depredador de Los Guaduales’, en el municipio de Pitalito, no solo vieron su rostro al momento de los ataques sexuales, sino que tuvieron la valentía y el coraje de enfrentarlo cara a cara en el juicio oral que terminó con una condena ejemplar. 

 “Surge diáfano que la información entregada por las víctimas…durante las versiones que brindaron en desarrollo del juicio oral sobre la apariencia, rasgos morfológicos y reconocimiento…no están permeadas por alguna imagen preliminar que observaron…”, manifestaron los magistrados del Tribunal Superior de Neiva, al resolver la apelación de la sentencia condenatoria de primera instancia Juzgado Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento Pitalito. 

 Las víctimas narraron las circunstancias de cómo ocurrieron los hechos, cada una de ellas reconoció en la sala de audiencia a Perdomo Cuenca como la persona que las accedió carnalmente, vulnerando así su intimidad. El sujeto además las golpeó brutalmente, insultó y les robó sus pertenencias. 

“Malogró sus vidas”, señalaron los togados del alto tribunal. 

 Perdomo Cuenca para llegar a sus víctimas se desempeñaba como mototaxista en el Valle de Laboyos, se les acercaba, le ofrecía su servicio para llevarlas a sus destinos y en el camino se desviaba y las intimidaba, al parecer, con un arma de fuego o blanca. Todo ocurrió entre julio del 2016 y marzo de 2017 cuando fue capturado. Así quedó demostrado no solo con las declaraciones de las víctimas sino con las pruebas documentales y técnicas recolectadas por los efectivos de la Sijin de la Policía en desarrollo de la investigación. 

Una de las víctimas, menor de edad, recordó en el juicio que el 9 de julio de 2016 fue violada por un sujeto que ejercía la labor de moto taxista, quien recogió en el barrio Villa Café de Pitalito, la transportó hasta el consultorio odontológico, sitio en el que la esperó para llevarla nuevamente a su casa, sin que fuera así. El sujeto comenzó a darle vueltas por el municipio hasta trasladarla a una zona boscosa donde la golpeó, la violó en diferentes oportunidades y le hurtó un celular, un reloj, una pulsera, un bolso de tela con varios elementos de maquillaje y cuarenta mil pesos en efectivo. “La dejó abandonada y amarrada de pies y manos”. 

Otra de las mujeres agredida sexualmente por Perdomo Cuenca manifestó que el 30 de diciembre de 2016 fue abordada en el tramo vial que queda cerca a los cilindros de gas en Pitalito, “le apuntó con un revólver en el abdomen para que se subiera al velocípedo, el victimario la llevó a un potrero, la despojó de unos aretes, un celular, una cadena y un dinero, para luego accederla carnalmente, dejándola amarrada de pies y manos”, indicó la víctima a la Fiscalía. 

Una víctima más, quien se encontraba con nueve meses de embarazo al momento de la violación, indicó al fiscal que fue abusada por un moto taxista que la recogió al frente del terminal de transporte del municipio de Pitalito, debido a que llegaba de la ciudad de Florencia a visitar a su novio que prestaba el servicio militar obligatorio. Señaló que el hombre le informó que tomaría un “atajo” para llegar más rápido a la base militar, que de un momento a otro la “intimidó con un cuchillo, la arrastró hasta un potrero con monte alto, le hurtó una cartera, unos aretes, un reloj, los anillos, el celular”.

Agregó que el hombre la golpeó en la boca y le amarró las manos con un cordón de sus zapatos, la desnudó y la violó. El fiscal entrevistó a otra de las mujeres quien señaló que el 11 de febrero de 2017 fue violada por un moto taxista, quien apareció en el tramo vial cercano al CAI Magdalena de la ciudad de Pitalito, donde el hombre se ofreció llevarla a su residencia en el corregimiento de Bruselas por el valor de tres mil pesos. “Tomó otra ruta, razón por la que le exigió que se detuviera o que de lo contrario se lanzaría, que el conductor no se detuvo y por ello le arrojó el casco que tenía en su poder, que, en ese instante, aunque descendió de la motocicleta, el agresor la alcanzó, la tomó del cabello y la amenazó con dispararle o apuñalarla”. Precisó que el mototaxista la arrastró hasta un rastrojo con vegetación alta, la hizo acostarse boca abajo, le quitó sus pertenencias, entre ellas, unas candongas bañadas en oro y luego la amarró sus brazos con una chaqueta de ella y las piernas con una de él. “La violó tres veces. Que antes de emprender su marcha la amenazó de muerte si contaba algo de lo sucedido…”. 

 Como ellas otras víctimas narraron a los investigadores lo sucedido y describieron al mototaxista. “Era una persona con altura de 1.70 cm., tez morena, con acné en el rostro, cachetón, de cabello negro ondulado, barrigón, sin bigote, con ojos color café oscuro, labios gruesos y de unos 30 a 35 años de edad”. 

La juez de primera instancia indicó que cada una de las víctimas en la sala de audiencia reconocieron a Hernando Perdomo Cuenca como la persona que las accedió carnalmente “… vulnerando así su intimidad, hurtó sus pertenencias, las golpeó brutalmente, insultó y malogró sus vidas”. Sostuvo que con las pruebas se demostró más allá de toda duda razonable que Perdomo Cueca incurrió en los delitos de acceso carnal violento agravado, hurto calificado y agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. 

La operadora judicial lo condenó a 51 años de prisión. El abogado defensor del hombre apeló la sentencia condenatoria manifestando que la juez se equivocó al valorar las pruebas testimoniales de las víctimas quienes erraron al señalar a su prohijado como la persona que las accedió. “Consideró que los testimonios fueron poco coherentes e imprecisos…”. Indicó además que los reconocimientos fotográficos se encuentran “viciados”, dado que las víctimas desde antes de la realización de los mismos, contaban con la imagen del acusado, ya que la Policía Judicial no era la única que comentaba y entregaba las imágenes, sino que también la prensa y redes sociales lo publicaban como el “monstruo de los Guaduales”. Nueva condena Los magistrados del Tribunal Superior al estudiar la apelación encontraron que no es cierto como lo aseguró la defensa que las manifestaciones frente al señalamiento y reconocimiento que dieron las víctimas están “viciadas, ni son incoherentes, ni presentan algún grado de animadversión o vindicta para perjudicarlo…lo que reclaman las ofendidas es que Hermando Perdomo Cuenca, y no otra persona, sea condenada, por ser el individuo que les propinó un trato inhumano y despiadado… dadas las atrocidades que enfrentaron…”. Los togados señalaron que el delito de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, no fue confirmado por el fiscal del caso. “La precitada declaración (de la testigo)…no es suficiente para concluir demostrado que no tenía el permiso de autoridad competente para portarla, requisito sine qua non para declarar probada la materialidad de la conducta”. Agregaron que el ente acusador no demostró a través de algún elemento que acredite el arma de fuego. “Es por completo huérfana la prueba para acreditarlo más allá de toda duda razonable…ni se encontró el arma de fuego en los allanamientos realizados a las viviendas de Hernando Perdomo Cuenca, ni en la inspección al lugar de los hechos donde fue abusada sexualmente…”. Precisaron que el procesado es absuelto del delito de porte o tenencia de armas de fuego, por lo que descontaron tres años a la pena de 51 años de prisión impuesta en primera instancia quedando en definitiva una sentencia condenatoria de 48 años de cárcel.

Tomado de LANACIÓN.COM.CO
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