Según información suministrada por las autoridades María Fabiola Rivera Domínguez, Luz Dary Giraldo Rivera y Sara De Jesús Salazar Díaz, se hacían pasar por integrantes de un grupo armado residual, dedicado a extorsionar a empresas de acarreo.
Su modus operandi consiste en que algunos integrantes de la banda se hacen pasar por ingenieros que contratan los servicios de una empresa, para lograr que los conductores se desplacen hasta zonas rurales de Pitalito. Mientras tanto, otros miembros se comunican con la empresa e intimidan a los jefes o encargados haciéndoles creer que son del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y, tras decirles que tienen retenidos a los conductores, le hacen exigencias económicas a cambio de no asesinar a los transportadores, incinerar el vehículo o declarar a la empresa como objetivo militar.
Las mujeres fueron identificadas plenamente gracias a las labores propias de policía judicial, como entrevistas, búsquedas selectivas a empresas de giros y de telefonía, confrontaciones dactiloscópicas, análisis enlace, entre otras.